El 31 de octubre, víspera de Todos los Santos, se celebra la noche más aterradora del año: Halloween. ¿Y qué es lo más típico de esta fiesta tan escalofriante? Disfrazarse y salir a pedir caramelos de casa en casa. Aunque no todos los disfraces son apropiados. Como lo primero es siempre la seguridad, aquí van algunos consejos para pasar una noche de Halloween sin sustos desagradables.

En cuanto al disfraz, lo mejor es que esté hecho con tejidos resistentes al fuego, ya que es un elemento muy frecuente en esta festividad. En el mismo sentido, mucho cuidado con las pelucas, que suelen ser muy inflamables.

También se debería evitar llevar cordones en el cuello, especialmente en el caso de los más pequeños de la casa. Para evitar tela sobrante innecesaria, es importante utilizar la talla adecuada. Si el disfraz tiene partes que no vayan pegadas al cuerpo, como volantes, es mejor ir a pie y no montar en bicicleta u otros medios de transporte con ruedas para evitar enganches y caídas.

Respecto al atrezo, como palos, espadas, lanzas o varitas, es mejor que no sea demasiado duro o rígido, especialmente si tiene partes puntiagudas. Existen versiones más flexibles y suaves de estos objetos para que no causen lesiones en caso de accidente, sobre todo si van a estar en manos de niños.

Ojo a las lentillas de colores. Es muy importante verificar que cumplan los requisitos de calidad y adquirirlas en establecimientos sanitarios. Las lentillas sin revisar pueden causar lesiones oculares o contener químicos peligrosos.

Cuidado también con usar máscaras, que pueden dificultar la visión. En su lugar, se puede utilizar maquillaje. Eso sí: es recomendable probarlo unos días antes en el brazo para comprobar si provoca alguna reacción alérgica. Si tiene brillantina, además, es mejor mantenerlo alejado de los ojos, la nariz y la boca.

Teniendo en cuenta estos consejos, todo el mundo podrá pasar una noche de Halloween terroríficamente divertida y, sobre todo, segura.