a capital guipuzcoana se ha ido preparando a lo largo de este año que ahora termina para la nueva movilidad que le afectará en un futuro no muy lejano, hacia 2024. Los responsables municipales no solo han ido avisando de su plan para cerrar al tráfico privado el corazón de la ciudad y crear nuevos espacios peatonales, sino que han dado el pistoletazo de salida a algunas obras, imprescindibles para apuntalar la futura movilidad de Donostia. Por ejemplo, los cambios de sentido de las calles Zubieta y San Martin que se están ya ejecutando dentro del conjunto de obras que afectan al paseo de La Concha, reducido ahora a un único carril, solo para el transporte público en uno y otro sentido.

Los trabajos de transformación urbana se han multiplicado de punta a punta de la capital guipuzcoana tras el tapón de 2020 por el covid. Las obras han compartido este año protagonismo con una notable vuelta de los turistas a la ciudad y una cierta recuperación de la actividad comercial y hostelera, acompañada de la apertura de más hoteles y apartamentos para los visitantes.

En 2021, la ciudad también ha abierto a las visitas, tanto locales como foráneas, la obra escultórica de Cristina Iglesias, Hondalea, ubicada en el interior de la casa del faro de la isla, una creación contemporánea que ha resultado halagada por los expertos y que ha atraído, en su primer verano, a 15.000 visitantes.

Donostia ha recuperado su atractivo para el turismo y en el verano de 2021 los llegados de otras latitudes han sido muy numerosos en la capital guipuzcoana, la única de la CAV que contó con más viajeros que los recibidos antes de la pandemia. En concreto, los visitantes aumentaron en un 4,2% en los tres meses de verano respecto al mismo periodo de 2019, antes de la pandemia, y mejoraron otros indicadores turísticos. Los casi 230.000 turistas llegados a Donostia en julio, agosto y septiembre fueron, además, un 49% más que los acogidos a lo largo del verano de 2020.

Los cambios en el transporte dentro de la ciudad también se han dejado notar no solo en intenciones para el futuro sino, también, en forma de obras para posibilitarlos. Por una parte, los trabajos para la construcción del tramo del Topo bajo el Centro de Donostia siguen avanzado, con la mira puesta en que los viajeros puedan usar el nuevo trazado en 2025.

También para 2024 se prevé que esté finalizada la nueva estación del TAV en Atotxa (aunque la línea de Alta Velocidad tardará más). Esta actuación ha supuesto el desvío obligado de los trayectos peatonales entre el Centro y Egia. El cierre del pasadizo subterráneo, paso fundamental para los peatones, a causa de la reforma de la estación, lleva a los ciudadanos por una pasarela elevada sobre las vías del tren, que solo desaparecerá cuando se reabra el futuro subterráneo, más corto y ancho, que formará parte de la futura estación compartida para la Alta Velocidad, Larga Distancia y Cercanías.

Pero las obras relacionadas con la movilidad no terminan en Atotxa. Muy cerca, el viaducto de Iztueta, que tenía más de 70 años de vida, fue derribado y en su lugar se está desarrollando un reforma urbana que permitirá que la circulación vaya por debajo de las vías en lugar de por arriba, como antes. Una gran rotonda entre Zuhaizti y los juzgados permitirá la distribución del tráfico entre Gros, Egia y el Centro, y los peatones podrán transitar por espacios diáfanos.

Las transformaciones urbanas no solo se han sucedido en los barrios más céntricos. A otros les ha llegado por fin su hora y, por ejemplo, el de Loiola está siendo escenario de la transformación de la vieja travesía en una avenida más urbana, con un tráfico menos intenso. También ha empezado la obra para culminar la adecuación de la carretera de Añorga a su paso por el barrio, lo que pone fin a la modernización de los barrios situados a la orilla de la antigua N-I.

Donostiak batez besteko bizi-maila ona duela bistakoa da, baina maila horrek behera ez egitea eta ahal den neurrian hobetzea dute beti helburu toki-administrazioek. Hiri dinamikoa izaten jarraitzeko, eta zerbitzuak ordaintzen segitzeko jarduera ekonomikoa mantentzea ahalbidetuko dioten ildo nagusiak bila-tzeko, duela aste gutxi aurkeztu den Plan Estrategiko berria bultzatu du Udalak, 2030eko Donostiari begira.

Gipuzkoako hiriburuak bere herritarrentzako lana izaten jarraitzeko jarraibideak zehazten ditu dokumentuak, eta are gehiago, baita %8 ingurukoa den langabezia deuseztatzeko ere. Aditu guztiek aho batez beharrezkotzat jotzen duten osagaietako bat gizartea gaztetzea da; bai seme-alabak izan nahi dituzten familiei lagunduz jaiotza-tasa altxatzeko, bai munduko edozein lekutatik etorritako etorkin gazteak erakarriz, Gipuzkoako hiriburura euren sasoia eta kemena ekar ditzaten. Hain zuzen ere, beste latitude ba-tzuetako pertsonak behar bezala hartzea eta Donostiako gizartean integratzea da Plan Estrategiko berriaren helburu nagusietako bat. Egitasmoan, egungo jardueren arteko oreka mantentzea ere proposatzen da: merkataritza, turismoa, zerbitzuak, industria eta abar. Gainera, Donostia nabarmentzen duten profilak indartzeko ere aholkatzen da, hala nola kultura, gastronomia edota enpresa zientifikoak; baita ezezagun ditugun enplegu eta jarduera nitxoak bila-tzeko iradoki ere, beti ere, gero eta gehiago diren eta premia handiagoak dituzten adinekoen arreta eta zaintza ahaztu gabe.