Donostia- Polykey es la muestra de que plástico no es antónimo de sostenible. Y es que esta empresa donostiarra compuesta por cuatro doctores en química de polímeros surgió, precisamente, para dar respuestas a la necesidad de reinventar el plástico y encontrar procesos de producción más sostenibles¿Qué son los polímeros?

Los polímeros son cadenas formadas por la unión de moléculas llamadas monómeros. Esta unión viene dada a través de una reacción química. Todos los plásticos que conocemos son polímeros.

¿Significa que no todos los plásticos son iguales?

No. Cada plástico está formado de monómeros de distinta naturaleza. Y según su naturaleza y la disposición de las cadenas, los plásticos son diferentes, tienen propiedades diferentes y van destinados a aplicaciones distintas.

¿Llegará un momento en el que desaparecerá el plástico?

Esperemos que no. Los plásticos son indispensables para la vida tal y como la conocemos. Ya son parte de nosotros, y para ser capaces de entender esto mejor, es muy importante conocer dónde encontramos plásticos. Los plásticos no solo forman parte del sector del envasado y la alimentación, sino que son indispensables en otros sectores como la electrónica, la biomedicina, la construcción o la automoción.

¿Pueden ir los plásticos en coherencia con la sostenibilidad?

Claro que sí. Ese es nuestro objetivo, ofrecer plásticos que nos permitan disfrutar de las ventajas de este material y, al mismo tiempo, conseguir que sean cada vez más sostenibles. Es más, consideramos que los plásticos son indispensables para alcanzar el futuro sostenible con el que todos soñamos. Empresas de base tecnológica como nosotros junto con muchos centros de I+D trabajamos para desarrollar plásticos funcionales que sirvan para construir baterías más eficientes y seguras, construir edificios con un mejor balance energético, para pasar de energías fósiles a energías verdes o para atrapar el CO2.

¿Puede estar compuesto el plástico con materiales sostenibles?

Sí. Los plásticos pueden proceder de fuentes renovables como de la madera o de desechos agrícolas que vienen de la industria del maíz o del azúcar, por ejemplo. En Polykey producimos polioles bio-basados para la industria del Poliuretano. Hemos desarrollado una tecnología muy simple que permite producir estos polioles a partir de la biomasa. Y nuestro objetivo es que algún día se produzcan industrialmente y que sustituyan a los polioles obtenidos del petróleo.

¿Cómo surge Polykey?

Polykey surge tanto de un reto como de una oportunidad. Tras trabajar durante varios años en la Universidad del País Vasco y el Instituto POLYMAT como investigadoras predoctorales en la química de polímeros, detectamos la necesidad real que tiene la industria del plástico de reinventarse y encontrar procesos de producción más sostenibles. Nos dimos cuenta de que habíamos desarrollado una serie de procesos que podían cubrir algunas de las necesidades de esta industria y para llegar a la industria fundamos Polykey, junto a dos socios más, David Mecerreyes y Haritz Sardon.

¿Qué servicios ofrece?

Por un lado, tenemos una serie de tecnologías bajo patente que nos permiten producir polímeros bio-basados u obtenidos del reciclaje químico de residuos plásticos, que posteriormente vendemos. Por otro lado, ofrecemos nuestro know-how a empresas o centros de investigación que busquen rutas de reciclaje o que necesiten producir un polímero específico.

¿Cuáles prevén que serán los retos de futuro en su sector?

Los retos se pueden resumir en tres: comprender el impacto del plástico a lo largo de su ciclo de vida, desarrollar plásticos más sostenibles con mejor rendimiento y diseñar metodologías de reciclaje de plásticos.