omo cada 5 de junio, hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, pero la de este año es una edición que quiere ir más allá de la reflexión. Y es que no se trata de dejar un mundo mejor a nuestros hijos e hijas, sino de actuar desde hoy para corregir el rumbo. Prevenir la catástrofe climática, detener la creciente ola de contaminación y desechos, y frenar la pérdida de biodiversidad se han convertido en objetivos prioritarios en un mundo globalizado y cada vez más urbano.

Bajo el lema Reimagina. Recupera. Restaura, la edición de este año, organizada por Pakistán, pretende poner el foco en la necesidad de restaurar los ecosistemas, lo que significa prevenir, detener y revertir el daño, pasando de explotar la naturaleza a curarla. Este Día Mundial del Medio Ambiente, además, marcará el inicio del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas, una misión global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar. Una década parece mucho tiempo, pero los científicos nos dicen que estos próximos diez años son los más importantes para prevenir un cambio climático catastrófico y revertir la curva de la pérdida de biodiversidad.

Preservar vs. destruir

Fundamentales para la vida

La aparición del covid-19 ha puesto sobre la mesa las consecuencias de la pérdida de ecosistemas. Y es que el hecho de reducir el área de hábitat natural para los animales, ha propiciado las condiciones ideales para que los patógenos, incluidos los coronavirus, se propaguen. Desde los bosques hasta las turberas y las costas, todos dependemos de ecosistemas saludables para nuestra supervivencia.

Los ecosistemas se definen como la interacción entre los organismos vivos (plantas, animales, personas) y su entorno. Esto incluye a la naturaleza, pero también a los sistemas creados por el hombre, como las ciudades o las tierras de cultivo.

La restauración de los ecosistemas es una tarea global de una escala gigantesca. Significa reparar miles de millones de hectáreas de tierra, una área mayor que China o Estados Unidos, para que la población tenga acceso a alimentos, agua potable y empleos. Significa recuperar plantas y animales que hoy están al borde de la extinción.

Pero también incluye pequeñas acciones que todos podemos realizar como cultivar árboles, reverdecer nuestras ciudades, repoblar nuestros jardines con especies silvestres o limpiar la basura de los ríos y costas. Pequeñas acciones que pueden ayudar a prevenir la catástrofe climática y la pérdida de biodiversidad.

El anfitrión

Un país con una asombrosa biodiversidad

Pakistán, el anfitrión de la presente edición, está dotado de una amplia gama de ecosistemas, incluida la zona costera de Sindh, hogar de 800 especies de peces, las llanuras aluviales del valle del Indo, el granero del país, y varios tipos diferentes de bosques, incluidos manglares y bosques montañosos.

El país cuenta también con una biodiversidad asombrosa. Los científicos han registrado 174 especies de reptiles, incluida la tortuga verde en peligro de extinción, y 188 especies de mamíferos, entre ellos el delfín del Indo, el leopardo de las nieves y el animal nacional de Pakistán, el marjor. Los mares de Pakistán también son hogar de las ballenas azules, las criaturas más grandes de la Tierra.

En uno de los esfuerzos de repoblación forestal más ambiciosos del mundo, Pakistán planea expandir y restaurar los bosques en todo el país mediante una campaña llamada Tsunami de los 10.000 millones de árboles. Esta incluye la restauración de manglares y otros bosques, así como la plantación de árboles en entornos urbanos, incluidas escuelas, universidades, parques públicos y cinturones verdes.

Para financiar estos esfuerzos, Pakistán ha puesto en marcha un Fondo para la restauración del ecosistema, el cual apoyará las soluciones al cambio climático basadas en la naturaleza y, al mismo tiempo, fomentará la conservación.

En un intento por impulsar tanto la naturaleza como la economía, Pakistán también está desarrollando quince áreas protegidas en todo el país, con miras a conservar más de 7.300 kilómetros cuadrados de tierra. Asimismo, ha presentado un paquete de estímulo ecológico diseñado para crear más de 285.000 empleos sostenibles.

4,7

millones de hectáreas de bosques

Cada año se pierden más de 4,7 millones de hectáreas de bosques, una superficie más grande que Dinamarca. Eso equivale a un campo de fútbol cada tres segundos, y tan solo en el último siglo hemos destruido la mitad de

nuestros humedales.

Las cifras

40%

degradación

La degradación de los ecosistemas afecta a 3.200 millones de personas, el 40% de la población

1/3

agua potable

Los bosques proporcionan agua potable a un tercio de las ciudades más grandes del mundo

30%

agua dulce

Desde 1970 han desaparecido alrededor del 30% de los ecosistemas naturales de agua dulce