Un hombre acusado de agredir sexualmente a una mujer, a la que tenía alquilada una habitación en un piso de Donostia, ha reconocido este lunes los hechos, al tiempo que se ha mostrado "hiperarrepentido" porque actuó de forma "estúpida y absurda".
10 años de prisión
El procesado, para el que la Fiscalía reclama diez años de prisión, ha respondido únicamente a las preguntas de su abogado en la primera de las dos jornadas del juicio que se sigue por estos hechos en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa.
Tratamiento de alcoholismo
El varón, que ha presentado un certificado de estar participando en un programa de tratamiento del alcoholismo, ha afirmado que aquella noche se encontraba borracho, que no supo canalizar sus sentimientos hacia la víctima y se ha lamentado por no poder compensarla "de ninguna manera" por lo que hizo, si bien ha iniciado un proceso para consignar judicialmente 2.500 euros como indemnización para la perjudicada.
La agresión se produjo en un piso de Donostia la madrugada del 13 de julio de 2023, cuando el procesado intentó besar a la víctima en el pasillo de la vivienda y acceder al dormitorio de la chica, a lo que ella se negó.
Agresión sexual
No obstante, ambos coincidieron poco después en la cocina del inmueble, donde el varón trató de besar nuevamente a la mujer, quien intentó abandonar la estancia, si bien el acusado la agarró en volandas la condujo a otra habitación, mientras ella le pedía que la soltase, y la lanzó sobre la cama, al tiempo que la sujetaba de las muñecas y la desnudaba, tras lo que la agredió sexualmente, según la versión de la Fiscalía que la victima ha corroborado hoy durante el juicio.
En su declaración, la chica ha mantenido asimismo que no percibió signos de ebriedad en el varón, del que se defendió como pudo, le arañó, le mordió en un hombro y le golpeó hasta que en un momento dado logró escurrirse "de manera milagrosa" y escapar a su habitación.
Ha relatado asimismo cómo, en situación de shock, intentó luego alojarse en casa de una amiga, a la que no contó lo sucedido, e incluso hospedarse en una pensión donde no encontró sitio, por lo que se vio obligada a regresar a la vivienda para acostarse completamente intranquila en su dormitorio.
Por ello, alertó por teléfono de lo sucedido a su novio (con el que mantenía una relación a distancia), quien le recomendó que dejara el móvil abierto con una llamada en curso y sin colgarle, de forma que cuando el agresor regresó a la habitación y se colocó de nuevo sobre ella, su novio escuchó lo que pasaba y dijo en alto: "Voy enseguida", tras lo que el procesado se marchó de la habitación y ella acudió a la Policía para denunciar todo lo ocurrido.