"Ha sido un boom con un pitido terrible, como los que escuchas en un videojuego, pero era real. La onda expansiva nos ha tirado al suelo, nos han caído cascotes y hemos salido corriendo. Teníamos mucho dolor de oído y de cabeza, a un vecino le ha caído un cascote en la pierna, a otro en la espalda...". Así recuerda lo vivido a media tarde Jorge Alegría, quien vive junto a su mujer en el número 26 de la calle Concejo de Zabalegui de Noáin, de donde se encuentra ahora desalojado. Dormirán esta noche en casa de familiares. En cada dúplex de la calle viven cuatro familias. Y ningún vecino de los inmuebles afectados, al menos del 14 al 30 de dicha calle podrá regresar esta noche de lunes a dormir a sus casas.

Jorge Alegría recuerda que desde las 11.00 horas de la mañana el grupo de whatsapp de la comunidad de vecinos se había dado aviso de que se había detectado una fuga de gas en alguno de los edificios. Hacia las 13.00 horas han dado aviso de que cortaban el suministro y, al poco tiempo de que llegara Jorge a casa, en torno a las 15.15 ha habido una pequeña explosión de una bolsa de gas, recuerda Alegría, a la vez que afirma que los técnicos de la compañía de gas llevaban ya rato trabajando en el lugar.

A partir de esa primera hora de la tarde ya se han tenido que hacer a la idea de que iban a dormir fuera de casa. Ha llegado bomberos, policía foral, guardia civil y ambulancias y "nos han permitido entrar a casa para ventilarlas, abrir todas las ventanas y para recoger lo imprescindible para pasar la noche. Cuando habíamos salido, entonces se ha producido la explosión".