Los vecinos de la calle Barrenkale de Mutriku se han despertado este miércoles alarmados por un fuerte estruendo en torno a las 6.00 horas, al derrumbarse parte de la estructura del inmueble que calcinaron las llamas el pasado 21 de julio.
El derrumbe ha destrozado los andamios colocados en la calle con el fin de garantizar la seguridad de los viandantes en previsión de que se desprendieran cascotes de la fachada. Esta resultó destruida por el fuego en el incendio, que se saldó con dos personas, una madre y su hijo, heridas por quemaduras.
Zona estrecha y con edificios de madera
Cabe recordar que el rescate de ambos no estuvo exento de peligro, ya que se trata de una calle estrecha -aunque lo suficientemente ancha como para que ese día llegara el camión de bomberos- y con muchos edificios de madera. Además, el municipio se encontraba inmerso en las fiestas de la Magdalena. Al final, los bomberos, haciendo uso de la escala, lograron sacar, primero a su hijo, y luego a la mujer, quienes pedían a gritos ayuda.
El edificio quedó muy dañado y se colocaron unos andamios para evitar que los restos pudieran afectar a los viandantes. Sin embargo, esta mañana el edificio ha cedido y se ha derrumbado.
El Ayuntamiento de Mutriku ha comunicado posteriormente que procederá a la contratación de urgencia de un técnico cualificado para acometer el proceso la demolición del inmueble, garantizando la seguridad de los edificios anexos.
Este primer paso se verá acompañado de la contratación de una empresa para materializar de manera efectiva la demolición. A todo ello se le sumará el cierre total de la calle para vehículos y peatones, así como el compromiso del Ayuntamiento de Mutriku de comunicar los acuerdos que adopte en relación a este tema al Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa, a la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco y a los propietarios del edificio.
Las primeras medidas que se adoptaron desde el Consistorio tras el incendio tuvieron como finalidad garantizar la seguridad de los viandantes al establecer una zona de paso segura debido al mal estado en el que había quedado el edificio. Esta medida se acompañó de la búsqueda un alojamiento alternativo a los vecinos que tuvieron que abandonar sus viviendas como consecuencia del suceso
Demora en el permiso de demolición
El escrito se hace eco de los encuentros que el Ayuntamiento de Mutriku ha mantenido con la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco desde que tuvo lugar el suceso, así como los pasos que se han dado para preparar la demolición de un edificio que presenta como particularidad estar situado en un área de protección especial como es la de la parte vieja de localidad costera.
De hecho, ha sido esa protección la que, según señala el Ayuntamiento de Mutriku, ha sido relevante a la hora de retrasar la demolición. “El Ayuntamiento de Mutriku será el encargado de llevar a cabo esta actuación pero para ello es necesarios una vez que obtenga el pertinente permiso de la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco. Si el Ayuntamiento no ha llevado a cabo la demolición todavía es debido a que los estudios relacionados con el grado de protección del inmueble se han demorado en el tiempo y han obligado al Ayuntamiento a esperar la autorización”, afirma el escrito del Ayuntamiento.