Un joven ha sido condenado este miércoles a un año de cárcel por agredir sexualmente a un compañero del piso tutelado en el que ambos residían en Donostia, al que también amenazó y causó distintas lesiones, han informado a Efe fuentes del caso.
El procesado ha reconocido los hechos durante el juicio celebrado esta mañana en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, por lo que la Fiscalía, que inicialmente solicitaba tres años y medio de prisión para este hombre, ha accedido a rebajar su solicitud de condena hasta un año de cárcel, al aplicarle la atenuante de padecer un trastorno mental.
Por su parte, la acusación particular que ejerce el letrado Eneko Olano en representación de la víctima y que pedía cuatro años de reclusión para el procesado, no se ha opuesto a la rebaja de pena realizada por la Fiscalía.
Además del citado año de cárcel, cuyo cumplimiento le ha sido suspendido durante dos años con la condición de que no vuelva a delinquir y de que abone al agredido una indemnización de 1.160 euros, el procesado deberá abonar una multa de 240 euros y no podrá aproximarse a su víctima ni comunicarse con ella durante tres años.
Según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Efe, los hechos sucedieron en una de las habitaciones del citado centro, sobre las 21.30 horas del 16 de febrero de 2022, cuando el encausado arrojó al perjudicado sobre una cama y, "aprovechándose de su mayor corpulencia física", se colocó sobre él e intentó besarle, al tiempo que "manoseaba su zona genital" guiado por "un ánimo libidinoso" y la intención de "menoscabar la libertad sexual" del damnificado.
El procesado aseguró además al otro joven que le había gustado desde que llegó al piso, al tiempo que le instaba a "tener sexo" con él porque de lo contrario le iba a "arruinar" su estancia en aquel lugar.
El texto del Ministerio Público aclara que la víctima trató de resistir las "embestidas" del agresor, quien le colocó la rodilla en el estómago y le arañó en la zona de la sien y en el pómulo izquierdo, hasta que el damnificado logró empujarle para quitárselo de encima y huir de allí.
Sin embargo, dos días después el acusado se dirigió a la habitación de la víctima, "se abalanzó" sobre ella, la agarró del pecho y le amenazó de muerte en caso de no llegar a un acuerdo.