Efectivos de la Ertzaintza han identificado a unas 150 personas según ha explicado después el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka; han registrado una veintena de vehículos, y se han incautado de numerosos "objetos peligrosos de uso prohibido" en las horas previas del Real-PSG de este martes por la noche en Anoeta, declarado de alto riesgo y en torno al cual la Policía Vasca y la Guardia Municipal donostiarra han desplegado un dispositivo de seguridad.

El operativo policial mantiene una especial intensidad ya desde la tarde del lunes y la madrugada del martes, cuando la Ertzaintza ha identificado a "medio centenar de seguidores de riesgo de la Real Sociedad", a los que el consejero en su comparecencia posterior ha añadido otro centenar de franceses y se ha incautado de numeroso material contundente, entre los que se enumeran 15 bastones de golf, una barra metálica, 3 piolets, 4 protectores bucales, dos pares de nudillos metálicos, un cuchillo, dos navajas, un bastón extensible, varios destornilladores, un martillo, una bengala, así como, dos railes de cajón, tres bisagras metálicas, varios pasamontañas y guantes, etc.

Una hora después de la nota de prensa de Seguridad, ha sido el consejero titular del Departamento, Josu Erkoreka, quien ha comparecido en Vitoria, donde ha añadido nueva información, como que además de los vascos identificados, ha habido un centenar de franceses identificados acusados de querer participar en una riña multitudinaria citada para las 22:00 horas en Donostia.

Fuentes de la investigación señalan que al menos había dos citas, una en la zona de Reyes Católicos, en pleno Centro de la capital guipuzcoana; y otra en la zona de Loiola, similares a las que se habían concertado con motivo del partido de ida en París, aunque al final no se produjo ninguna reyerta. Horas después, agentes motorizados de la Policía francesa detuvieron a una docena de radicales franceses, que se disponían a asaltar un bar en el que se encontraban decenas de guipuzcoanos.

Autobuses de ultras del PSG, de vuelta

De manera paralela y dentro del mismo dispositivo, en la muga hay establecidos controles en los que la Ertzaintza está registrando y enviando de vuelta a París a autobuses con ultras parisinos, también pertrechados con "objetos peligrosos de uso prohibido".

Fuentes del operativo explican que están contando con la colaboración de la Gendarmería francesa, que tiene monitorizados los movimientos de los radicales franceses desde su salida de París.

Conviene recordar que se esperan alrededor de 2.000 aficionados visitantes en Anoeta, el máximo del 5% del aforo que la UEFA obliga a los clubes a enviar a los visitantes. De toda esa masa de desplazados, alrededor de 700 son ultras y de ellos, alrededor de un centenar, los que tienen especial consideración de peligrosidad por parte de las fuerzas del orden.

"Preocupados"

Minutos antes de que la Ertzaintza diera a conocer esta información, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha reconocido en la habitual rueda de prensa tras la Junta de Gobierno Local que en el Ayuntamiento están "especialmente atentos desde hace bastante tiempo y no lo negaré, también preocupados, porque el partido está calificado de alto riesgo y nos obliga a extremar las medidas de seguridad, que anunciamos hace tiempo. Pido disculpas por las molestias que (las medidas de seguridad) puedan ocasionar a los vecinos de Amara-Berri".

"También a los que nos gusta el fútbol no nos gusta ver ciertos comportamientos absolutamente intolerables, pero se dan, y ante eso tenemos que estar atentos y vigilantes", ha señalado Goia, que ha subrayado el trabajo realizado "de manera especial con la Ertzaintza y espero que no vivamos ninguna situación complicada ni tengamos nada que lamentar durante el día de hoy".

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