Pasaia ha rozado la tragedia. El susto que ha provocado el incendio de un local ocupado frente al apeadero de Renfe, en plena avenida de Navarra, ha vuelto a indignar a los vecinos, que venían avisando de que "algún día algo así iba a pasar".

"Me ha llamado mi amigo, que se ahogaba y que se ahogaba, que le entraba el humo por toda la casa y que se le quemaba la casa. Él vive en el tercero y claro, se conoce que el fuego de abajo ha entrado por la parte interior y se estaban ahogando", asegura una mujer, a la quien en seguida acompaña su amigo, Emiliano, que ha tenido que ser desalojado de su piso en la escala de los Bomberos.

"Yo entro a trabajar a las tres de la mañana y estaba en casa. He escuchado las sirenas, he salido al balcón y me he encontrado con todo lleno de humo", reconoce el susto que se ha llevado. Acto seguido, ha cogido a la perra para "salir por el portal, pero no podía. He puesto toallas en las puertas y aguantando. Yo creo que no sabía nadie que estaba en casa. Lo único que he cogido, la llave de coche y de casa. Me he tumbado en el suelo y hasta aquí".

Emiliano, vecino afectado en el incendio de Pasaia J.N.

"El humo entraba por todos los lados: la ventana, la escalera, el patio interior… Qué escapada", confiesa, antes de asegurar que a los ocupantes les quería "decir de todo. Una llorera… A ver qué hago yo ahora".  

“El local ya llevaba tiempo ocupado”, explica, y hace tres meses “sufrió un incendio como el de ahora. Estaban quemando cables de cobre, una hoguera”.

"¡Quién sabe si había tres personas durmiendo dentro!"

En la avenida de Navarra se agolpan los vecinos desalojados, entre quienes el hartazgo es patente. "Llevan tiempo en ese local, y siempre venía la Ertzaintza adonde ellos", asegura otro de los vecinos, que explica cómo hace escasos días "uno perseguía a otro con una navaja, aquí mismo, en la calle. Yo estaba tomando café, oí un ruido e iba a mirar con un taxista que conozco y me dijo ‘no mires, no mires’. Los dos vivían ahí".

"Se ha dejado hacer durante mucho tiempo. Un local que no está habilitado, no tiene cocina, no tiene baño… Algún día tenía que pasar. Ahora quién sabe si había tres personas durmiendo ahí", lamenta el hombre, que explica cómo "de noche están corriendo de lado a lado y de día, duermen. Si hay tres durmiendo ahí, ¿los vas a poder sacar vivos?".

El local tiene un pasillo largo, comentan los vecinos, lo que "hace más difícil el acceso".

Los bomberos trabajan en el local incendiado en Pasaia J.N.

"Esto no puede ser. Hace unos días entraron en algunas casas", añade el afectado, que señala cómo "entraron por el jardín y se llevaron dos patines y unas cañas de pescar. A otra vecina, una bici… Vieron que la ventana de la cocina se abren de lateral o arriba, pues se metió hasta que reventó la ventana. Escuché el ruido y hostias...".

El episodio se produjo "a las cuatro de la mañana. Al escuchar el ruido, puse los pies en el suelo para levantarme de la cama y justo abrió la puerta de la habitación. Me miraba y me miraba. Cuando vio que tenía los pies en el suelo, salió corriendo. No sé quién era. A los cuatro o cinco días me llamaron desde la Ertzaintza avisando de que lo habían detenido, pero no tenía nada de lo que se llevó. Lo habría vendido por cinco o diez euros, o lo que les dieran".

"Superasustada"

"Yo venía de trabajar y en el chat que tenemos en la vecindad han pasado el vídeo", asegura María Labaka, vecina del edificio contiguo, que ha quedado "superasustada: yo tenía mi gato arriba y no me dejaban pasar". Al final ha podido pasar, recuperar su mascota y bajar. "He llegado a las 14:15 horas aquí y salía muchísimo humo. Al principio, hacia Renfe era una locura. Luego nuestro edificio también ha entrado humo".

Maria Labaka, con su gato, tras el incendio de Pasaia J.N.

A la espera de poder regresar a casa, cuya entrada tiene por la calle Zumalakarregi de Pasaia, explica que "movidas como tal, no las he visto, pero sí que sabíamos que estaba ocupado, no estaba en condiciones u estaban con el cerrojo echado por dentro. Lo hemos comentado entre los vecinos. Qué tela...". Más allá de la situación, la vecina reconoce su preocupación por el estado del domicilio: "Una casa que nos acabamos de hipotecar hace poco, unos cinco años, a ver cómo queda. Está la cosa feíta, por no decir otra cosa".

Noche fuera de casa

Por su parte, el alcalde de Pasaia, Teo Alberro, ha confirmado que, tras conocer la valoración del arquitecto municipal, se decidió que las familias pernocten fuera del inmueble por prevención. Además, se ha apuntalado una de las vigas y se confía en que las personas desalojadas vuelvan mañana a sus domicilios.