Muchos de los montañeros que llegan hasta la cima de Karakate (749 m.) tras superar el fuerte desnivel que separa esta cumbre de Soraluze y Elgoibar aprovechan el mapa en bronce instalado por el departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno Vasco en el aparcamiento para recuperar el resuello mientras tratan de localizar en el horizonte los montes que se reflejan en él. Por desgracia, los que asciendan en los próximos días ya no lo van a poder hacer ya que los amantes de lo ajeno han arrancado el mapa de su emplazamiento y se lo han llevado, dejado tan solo la base de piedra y los anclajes que lo sujetaban.

El mapa de la cima de Karakate antes de que desapareciera N.G

La noticia de que el mapa había desaparecido empezó a correr como la pólvora por ambas localidades a lo largo de la mañana de este lunes, coincidiendo con la vuelta al casco urbano de los montañeros que acostumbran ascender a esta emblemática cumbre desde la que se domina tanto la comarca de Debabarrena como la de Debagoiena. A falta de más información sobre los autores, el suceso parece vinculado en principio a los robos de elementos de que bronce que se están produciendo en muchos lugares de la península en estos últimos meses. Un caso paradigmático es el de las campanas de las ermitas situadas en entornos rurales, que se han convertido en piezas codiciadas para este tipo de ladrones. De hecho, Soraluze fue testigo de un suceso similar hace unos meses, con el robo de la campana de la ermita de San Inazio el pasado mes de marzo. Se da la casualidad que esta ermita está ubicada en Txurruka, un barrio situado a mitad de camino de la carretera que lleva hasta Karakate, por lo que no sería descabellado pensar que detrás de ambos robos están las mismas personas.