La Guardia Civil prosigue con la investigación del incendio registrado en un domicilio de Bera que el domingo causó la muerte de un joven de 25 años, Kewin Wladimir Paredes Jiménez. La unidad especializada en investigación de incendios estructurales del Instituto Armado trata de precisar si el origen del fuego estuvo en el dispositivo electrónico enchufado a la corriente o en la red eléctrica del dormitorio en el que se produjeron los hechos.

Descartadas la explosión de un teléfono móvil primero y del dispositivo electrónico conectado a la red el mismo domingo, fuentes de la Guardia Civil indicaron ayer que se baraja la hipótesis de que el fatal incendio pudiera haberse originado en el citado dispositivo electrónico, que quedó calcinado, por lo que en un primer momento no fue posible identificar de qué aparato se trataba. No obstante, también se investiga si el fuego se inició en la instalación eléctrica de la habitación en la que dormía el joven de origen ecuatoriano.

En este sentido, fuentes de la Guardia Civil de Navarra señalaron el domingo que en el suelo de la habitación se encontraba un teléfono móvil sin signos de explosión ni ignición, por lo que se descartó que el motivo del incendio fuera el terminal del propio varón fallecido.

El incendio registrado en el dormitorio afectó al cabecero de la cama donde descansaba el joven, que sufrió quemaduras graves y entró en parada cardiorrespiratoria.

Los agentes de la Guardia Civil realizaron al herido maniobras de reanimación hasta la llegada de las asistencias sanitarias. Aunque fue trasladado al Hospital de Cruces, en Barakaldo, falleció en la misma tarde del domingo.