El número de personas realojadas en hoteles tras el desalojo del edificio de Pasai Antxo, afectado por un fallo estructural , se ha elevado a una veintena, según ha confirmado a este periódico la alcaldesa del municipio, Izaskun Gómez. El Consistorio se ha puesto en contacto con los servicios forales de asistencia de urgencia, competentes en la materia, que tratan de buscar un acomodo temporal en alojamientos próximos a la localidad, tras el incidente registrado en la tarde del día de Reyes.

Un total de trece vecinos duermen desde la noche del viernes en el Hotel Lintzirin de Oiartzun, a los que se suman ahora seis más, algunos de los cuales no han podido ser realojados en el mismo hotel por falta de habitaciones. Se estima, además, que esa cifra “todavía pueda aumentar en los próximos días”, según ha indicado la alcaldesa. La mayor parte de afectados del número 6 de la calle Blas de Lezo del distrito pasaitarra, hasta un total de 42, aguardan novedades repartidos en casas de familiares. 

Una vez que las instituciones públicas "han acometido la urgencia del momento" -la Diputación colabora para facilitar los realojos-, corresponderá a los propietarios de las viviendas contactar con las aseguradoras y contratar un arquitecto para hacer frente al problema.

Recogida escalonada

Los vecinos pudieron acceder a sus viviendas de manera escalonada a lo largo de la tarde del sábado para recoger sus pertenencias, aunque no lo pudieron hacer todos y esta misma mañana han pasado algunas de las personas que estos días se encontraban fuera, disfrutando de sus vacaciones.

Todas las miradas están puestas ahora en la pieza que tiene que construir un herrero y que servirá para afianzar el pilar del inmueble que resultó dañado. Una arquitecta municipal y otro experto que designen los vecinos serán los encargados de valorar posteriormente el estado en el que se encuentra la estructura. “Hay que ir viendo día a día y paso a paso”, indica la alcaldesa, que no se atreve a aventurar una fecha de regreso a casa. “Lógicamente, todo va a depender de los arquitectos, de lo que vean y dictaminen, y por ahora quieren esperar a comprobar cómo queda el afianzamiento que haga al herrero”, explica.

La alcaldesa reconoce que se ha rebajado la preocupación tras el estudio técnico del inmueble realizado el sábado, lo que en principio ha permitido descartar que esté dañada la estructura del edificio. “Se pensaba que iba a ser mucho más grave que lo que vieron ayer los arquitectos. Lo digo con todas las reservas del mundo, pero ayer se pudo comprobar que la afección no parece tan grave como se pensó el primer día".