Los vecinos del portal número 6 de la calle Blas de Lezo de Pasai Antxo han tenido que ser este viernes desalojados de sus hogares y tendrán que pasar la noche fuera tras ceder uno de los pilares de la infraestructura, que se encontraba en obras. Como consecuencia del daño, la puerta de acceso al edificio ha quedado desencajada, por lo que los vecinos han tenido que salir por el patio exterior.

En torno a las 19.30 horas, los habitantes de este inmueble se han visto sorprendidos por “un fuerte petardazo” que ha hecho saltar todas las alarmas. “Se ha notado como una explosión y se ha movido todo”, ha señalado una de las vecinas afectadas. Los servicios de emergencia desplazados al lugar –Bomberos, Guardia Municipal y Ertzaintza– han procedido al desalojo del edificio ante un posible riesgo de derrumbe.

Al parecer, tal y como han apuntado los Bomberos, el estruendo tendría su origen en un pilar del edificio, que habría cedido, lo que habría afectado, principalmente, a la puerta de acceso. Al haber quedado dañada la estructura del portal, las familias han tenido que ser desalojadas por el patio exterior del inmueble.

El grupo de vecinos ha sido trasladado a la casa de cultura de Pasaia, mientras el arquitecto municipal, acompañado por representantes del Ayuntamiento pasaitarra, entre los que se encontraba su alcaldesa, Izaskun Gómez, han procedido a valorar los daños. Ante la posibilidad de desprendimiento, se ha concluido que las familias deben de pasar la noche fuera de sus hogares.

Los servicios de emergencia han organizado diferentes grupos de acceso, permitiendo la entrada momentánea de los vecinos para hacerse con algunas pertenencias y medicamentos. Asimismo, el Consistorio ha dispuesto la casa de cultura para aquellas personas que no tengan una alternativa para pasar la noche.

Las pesquisas para determinar la causa de lo ocurrido continuarán durante la jornada del sábado, así como decidir si finalmente los vecinos pueden o no regresar a sus hogares. Según lo avanzado, los primeros pisos serían los más afectados junto a las escaleras de entrada a las viviendas.

El edificio, uno de los que están situados en torno a las vías de Euskotren, se encontraba en plena rehabilitación en el momento de lo ocurrido.