Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han intervenido cocaína, heroína y hachís en el narcopiso del barrio del Raval en el que ayer detuvieron a Miguel Ricart, que fue condenado por su participación en el llamado crimen de Alcàsser.

Según han informado a Efe fuentes cercanas al caso, Ricart, que permanece en la comisaría de los Mossos en Les Corts de Barcelona junto al otro detenido en la operación, pasará a disposición judicial probablemente mañana, acusado de un delito contra la salud pública. En el narcopiso, situado en la calle Aurora del barrio del Raval, los agentes también localizaron herramientas para la manipulación de drogas. Una vez llevado a cabo el dispositivo policial de ayer, los Mossos y la Urbana han devuelto la vivienda a su propietario.

El objetivo de esta actuación era detener al responsable de este narcopiso, que resultó ser Miguel Ricart, de 53 años, condenado en 1997 por haber sido considerado culpable del crimen de Alcàsser, en el que fueron torturadas, violadas y asesinadas tres adolescentes de 14 y 15 años de este municipio.

La investigación sobre este narcopiso se inició hace meses, ante lo que se creó un equipo conjunto entre los Mossos y la Guardia Urbana, con agentes de la unidad de investigación y de la unidad territorial de Ciutat Vella de la policía local barcelonesa.

Ricart fue condenado a penas que sumaban 170 años prisión, pero desde 2013 está en libertad. Salió del centro penitenciario de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) en noviembre de ese año, tras ver reducida su sentencia a 21 años por la suspensión de la denominada doctrina Parot.

Su detención se produce un mes después de que el Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, que dirige la investigación de la pieza separada del caso Alcàsser que permanece abierta, haya ordenado o autorizado varias pruebas de restos hallados en la fosa donde fueron enterradas las tres menores tras ser asesinadas.

Las peticiones han partido de la Asociación Laxshmi para la lucha contra el crimen -que ejerce la acción popular- que ha solicitado al juzgado que dé un impulso procesal al caso.

Ricart fue el único procesado, mientras que Antonio Anglés todavía es buscado por los asesinatos de Toñi, Miriam y Desirée, cuyos cuerpos fueron hallados semienterrados en enero de 1993 -hace ahora 29 años- en un paraje montañoso de la localidad valenciana de Tous.