Los vecinos de Eslava, Lerga y Gallipienzo, tanto el Antiguo como en Nuevo, que el pasado domingo fueron desalojados por la cercanía de las llamas ya pueden volver a sus casas, después de que se haya podido comprobar que las localidades ya no corren peligro. La noticia les ha sido comunicada a los alcaldes de las localidades este martes, poco antes de las 20.00 horas. De esta manera las cerca de 150 personas evacuadas podrán regresar a sus viviendas tras varios días de angustia. La mayoría de ellos se habían alojado en su primera o segunda residencia, o en casa de algún familiar. En el caso de los habitantes de Lerga y Gallipienzo, más de 40 de ellos pasó por el dispositivo habilitado por el Ayuntamiento de Sangüesa y Cruz Roja en el Polideportivo Municipal de Sangüesa, y alrededor de una quincena han hecho las dos noches ahí. Iñaki Iriarte, alcalde de Lerga y uno de las personas acogidas en el pabellón, se mostraba "muy contento" tras recibir la noticia de que ya podían regresar. "Los vecinos están entusiasmados", asegura.