Gipuzkoa se plantea un deporte escolar menos restrictivo para mantener el MultikirolaRuben Plaza
La sentencia que se dio a conocer el pasado viernes deja sin margen de maniobra a la Diputación Foral de Gipuzkoa. En resumen, no valen atajos, trucos u otras herramientas para imponer el programa Multikirola. A la espera de que el Tribunal Supremo resuelva el recurso de Casación presentado por la Diputación a la sentencia que dictó el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) en enero de 2025, la aplicación de la misma es de obligado cumplimiento, por lo que no se caben otro tipo de medidas indirectas que supongan obligar a participar en la Eskola Kirola a quien quiera inscribirse en un club deportivo.
La diputada de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes de la Diputacíón Foral de Gipuzkoa, Goizane Álvarez, comparecerá el viernes ante la comisión de su área en las Juntas Generales para informar sobre el estado de la inscripción de Multikirola para el año escolar 2025-2026, que ha visto reducida su participación por encima del 40% en zonas de Donostialdea y Bidasoa.
Caída de inscripciones
La diputada esbozará las líneas maestras a seguir tras esta última sentencia que ha calificado como “un nuevo ataque”, y limita aún más su margen de maniobra; pero la hoja de ruta ya está marcada. Negro sobre blanco en el informe de conclusiones de la ponencia que se llevó a cabo en las Juntas Generales del territorio desde marzo, con 24 intervenciones de expertos en marcha para debatir sobre el modelo de iniciación deportiva de Gipuzkoa.
El documento, aprobado el 13 de noviembre y publicado esta misma semana en los canales de transparencia de la web de las Juntas Generales, lleva el sello de todas las formaciones, menos el PP, que ha emitido su propio voto particular.
EH Bildu, PNV, PSE y Elkarrekin Gipuzkoa se suman a esta hoja de ruta: más flexibilidad y menos restricciones. Esas deben ser dos de las principales herramientas para intentar mantener la esencia del modelo de deporte escolar de más de 30 años de historia centrado en la polideportividad.
En síntesis, la “ponencia concluye que el modelo de deporte escolar en Gipuzkoa, aunque tiene bases sólidas y ha generado éxitos deportivos, enfrenta una crisis que debe ser vista como una oportunidad para un cambio consensuado y basado en el interés superior del menor”.
Un cambio que “implica fortalecer la polideportividad, mejorar la formación de los monitores y monitoras, aumentar la flexibilidad del sistema, garantizar la libertad de elección de las familias y fomentar una colaboración real entre todos los agentes implicados”.
Pedagogía para convencer
La reflexión es clara. La especialización temprana al deporte tiene que ser polideportiva, pero habrá que hacer pedagogía y convencer a clubes y familias de ello, sin imposiciones. Labor a largo plazo.
Porque “la voluntad del niño/a y la libertad de elección de las familias son aspectos fundamentales que deben ser respetados en el deporte escolar”. El informe de conclusiones señala que la reciente sentencia judicial, que eliminó la obligatoriedad del Multikirola, refuerza este derecho.
Y subraya que familias y profesionales de Psicología defienden que, a partir de los siete años aproximadamente, las niñas y niños “son capaces de razonar lógicamente, entender reglas, comparar opciones y tomar decisiones sobre sus intereses, y que imponer un deporte a desgana puede ser contraproducente”.
“El modelo no estaba cumpliendo con las expectativas o la calidad esperada, especialmente por parte de las familias”.
Los firmantes consideran que la sentencia judicial que eliminó la obligatoriedad del programa Multikirola para las niñas y niños que participan en clubes deportivos no se debió a que el Multikirola fuera obligatorio, sino a otra serie de limitaciones (territoriales, de calendarios, de espacios,de diferencias entre modalidades e incluso entre comarcas) que generaron frustración. Y sobre todo, a que “el modelo no estaba cumpliendo con las expectativas o con la calidad percibida o esperada, especialmente por parte de las familias”.
Alejado de los centros escolares
El informe apunta otro aspecto esencial que ha provocado el replanteamiento del sistema de deporte escolar: su alejamiento de los centros escolares, con una evidente “pérdida de implicación” de los mismos y una “descentralización” de la actividad, que en el caso del baloncesto ha derivado hacia los polideportivos municipales. Todo ello, en contra del espíritu inicial y de la propia concepción.
Se ponen encima de la mesa propuestas a analizar, aspiraciones de difícil encaje en el modelo educativo actual, como es la “integración del deporte escolar en el horario lectivo”. El objetivo es “garantizar la universalidad y la calidad”, pero se reconoce que esto es “un objetivo a muy largo plazo y un "modelo de país".
Las restricciones son otro tema sensible y son planteadas como objeto de “frustración y controversia”. Consideradas aún por muchos como una condición sine qua non para impulsar el multideporte y evitar la especialización temprana, las Juntas asumen ahora el término “sobrerregulación” y se abren a la opción de hacer casar las buenas intenciones y los indudables beneficios del modelo de iniciación guipuzcoana con la libertad de decisión de las familias y de los menores.
La críticas al modelo
La limitación de horas de entrenamiento, la zonificación que impedía salir de la comarca o zonas aledañas dejan de formar parte de la ecuación y la limitación de horarios a los clubes, que forman parte del corpus troncal del modelo, se plantean como prescindibles ahora.
Se propone que el criterio de desplazamiento se base en el tiempo o distancia de viaje, para encajar mejor en la realidad geográfica y las necesidades de los deportes minoritarios.
También se aboga por eliminar la distinción entre equipos de "rendimiento" y "participación": Una medida que crea una “brecha de dos velocidades” entre los buenos que puede entrenar más y los menos buenos, que no pueden hacerlo más de un día por semana en el deporte que les gusta.
Se aboga por eliminar la diferenciación entre "participación" y rendimiento" en alevines de 12 años y que todos puedan entrenar igual
El documento plantea que esto se solucionaría dejando que en segundo año alevín, en sexto de primaria, todos puedan entrenar con sus clubes dos días por semana. Y no solo los que ofrecen un mayor rendimiento.
Un punto central de la crítica, asumen los partidos firmantes después de analizar las intervenciones de la ponencia, “es la falta de libertad de las familias para elegir dónde y cómo quieren que sus hijas e hijos practiquen deporte, a diferencia de otras actividades extraescolares como los idiomas. También el que Gipuzkoa esté sola en su guerra.
Los ejemplos de Oñati y Azpeitia
Estructuras de gestión local. Se propone la creación de estructuras, específicamente asociaciones de carácter general (no deportivas), a nivel local para gestionar el deporte escolar. La composición ideal de estas asociaciones debería incluir a las entidades educativas (centros escolares), ya que esto garantizaría un compromiso educativo. Ejemplos de éxito: Se han citado ejemplos exitosos de estas estructuras en Gipuzkoa, como Oñati y Azpeitia, que han logrado un aumento significativo en la participación. En Oñati, una asociación constituida por los tres centros escolares (público, cooperativa y fundación) y con la iniciativa del Ayuntamiento, ha visto la participación crecer de 325 a más de 600 niños y niñas desde 2017. Estas estructuras han logrado estabilizar las cuotas anuales en torno a 120 euros, si bien se reconoce la “dificultad de la aplicación y funcionamiento de este tipo de estructuras en ciudades y pueblos grandes”.
Hará falta pedagogía para clubes y familias, “algunas” de las cuales hacen gala de “actitudes problemáticas” que “pueden ejercer una presión desmedida sobre los niños y niñas”.
"El gran error" de los bloques
Se menciona en varias ocasiones que un "gran error" de la Diputación ha sido fomentar una política de "bloques que hay que superar”. Y plantea una mayor flexibilidad, con “soluciones a nivel local”, para la “adaptación a las realidades de cada deporte, centro, familia y municipio”.
Y eso pasa por permitir que “las localidades y los clubes coordinen horarios y actividades sin interferir con el deporte escolar”. Por supuesto, aclaran, “esta flexibilidad deberá ir acompañada de límites claros y una regulación que evite excesos y garantice la calidad y la protección del menor”.
Se reconoce que “una cuota inferior a 120-140 euros anuales no es viable para una estructura de gestión local”
Financiación y gratuidad
Por otra parte, el informe de conclusiones de la ponencia de iniciación deportiva en Gipuzkoa también aborda el tema de la financiación, diferente en cada municipio y comarca, y que deben asumir las familias en buena parte. Se indica que la “Diputación debe destinar recursos presupuestarios y formativos para asegurar que los técnicos y monitores estén bien formados, garantizando la calidad del deporte escolar” y la visión pedagógica.
Se abre la puerta al patrocinio privado para aliviar a las familias
Pero se reconoce que “una cuota inferior a 120-140 euros anuales no es viable para una estructura de gestión local”, por lo que se plantea “la necesidad de repensar la financiación, incluyendo la colaboración público-privada y el patrocinio privado para aliviar la carga de familias y administraciones”.
