Ane Fernández de Arbina: "Para emprender es necesario autoconocimiento, una conexión profunda con el proyecto y trabajar"
La joven alavesa recibirá el próximo lunes 20 de octubre el reconocimiento al Emprendimiento. “La creatividad empieza cuando dejas de lado el miedo a equivocarte”, defiende
No es fácil encapsular a Ane Fernández de Arbina Urbina (Vitoria-Gasteiz,1996) en una única profesión. Esta emprendedora, que dedica su tiempo a formar y asesorar a otros jóvenes innovadores, es también la fundadora de Antheia HM, una firma de joyería con piezas artesanales únicas. En 2024, Forbes la incluyó en su lista “24 Changemakers 2024” por su participación en la iniciativa Test4Safe, cuyo propósito era proteger espacios de ocio frente a la sumisión química. Con la filosofía de que emprender no es solo innovar, sino también conectar con lo que realmente importa, Ane afirma: “La creatividad empieza cuando dejas de lado el miedo a equivocarte”. El próximo 20 de octubre recibirá el reconocimiento al Emprendimiento en los Hitz Sariak - Premios Palabra, organizados por Grupo Noticias con la colaboración del Gobierno Vasco, Iberdrola y Kutxabank.
Cuando la palabra se convierte en un valor
¿Qué te inspiró a estudiar Liderazgo Emprendedor e Innovación?
En el momento de elegir carrera no tenía absolutamente nada claro qué es lo que quería hacer pero, más que nada, porque las opciones que vi no me motivaban, así que pensé en hacer una selección de la opción “menos mala”. Entonces, mis padres, que me conocen muy bien, estuvieron haciendo su investigación sobre qué estudios podría hacer y encontraron esta carrera, Liderazgo Emprendedor e Innovación. En cuanto me la enseñaron no tuve ninguna duda, fue como un flechazo y tuve súper claro que eso era lo que quería hacer.
¿Qué cualidades hay que tener para ser un buen emprendedor o emprendedora?
Para mí es algo muy subjetivo, ya que en el emprendimiento no existe una biblia, una guía única con una verdad absoluta. Al final se trata de que cada una de las personas tiene que conocerse, saber cuáles son sus puntos fuertes y débiles y, sobre todo en estos últimos, saber buscar los apoyos y recursos que puedan hacerte lo más completa posible. Es decir, esa parte de autoconocimiento y de saber qué se me da bien y qué se me da mal o qué tengo que buscar fuera para mejorar, creo que es una de las primeras cosas que hay que tener claras. Por otro lado, es muy importante tener cierta disciplina y trabajar mucho. Al final la motivación es algo que viene y va, pero si realmente encuentras el por qué algo te motiva y tienes un proyecto que te conecta con la problemática, conectarás con lo que estás haciendo. Sin esa conexión te vas a acabar rindiendo, ya que va a haber muchas adversidades; emprender no es nada fácil, hay muchísimos baches. En resumen, para emprender son necesarias tres cosas: el autoconocimiento, tener una conexión profunda con el proyecto y trabajar.
Ane Fernández de Arbina, una emprendedora con propósito
Hay quien piensa que está todo inventado… Para emprender es mejor ir sobre seguro replicando modelos que ya han funcionado o es mejor romper moldes y apostar por algo inédito?
Si todo estuviese inventado no tendríamos problemas en el mundo, hay muchos huecos por cubrir, muchos problemas por solucionar, hay millones de oportunidades y de problemáticas que aún no tienen una solución. En los tiempos en los que vivimos, tenemos que tener en la cabeza esa parte de emprendimiento consciente, con un impacto positivo. Podemos sacar miles de necesidades de donde no las hay y ese modelo puede ser muy peligroso. El modelo que más sentido puede tener es el de enfocarse a cubrir necesidades existentes; preguntarse qué problemas vemos a nuestro alrededor y cómo los solucionamos. Hacer una reflexión sobre aquello qué realmente tiene que ser solventado y qué problemas nos estamos inventando por crear nuevas necesidades con el fin de vender, vender y vender. Evidentemente no está todo inventado y romper moldes y apostar por cosas disruptivas está guay, siempre y cuando tenga un sentido, sea relevante y merezca la pena solucionar.
“En los tiempos en los que vivimos, tenemos que tener en la cabeza esa parte de emprendimiento consciente, con un impacto positivo”
-La creatividad artística siempre ha ido asociada a la inspiración, a las musas… ¿Tienes alguna rutina que te ayude a mantener la creatividad?
La creatividad empieza cuando dejas de lado el miedo a equivocarte, de decir algo estúpido, de hacer el ridículo. Los espacios para la creatividad tienen que ser espacios en los que no estemos cohibidas y nos sintamos totalmente libres para poder decir cualquier tontería y que se reciba bien. Si estamos intentando pensar en una solución para un problema concreto, tenemos que soltar todo lo que nos venga a la cabeza, sin límites, para que a partir de ese popurrí, podamos empezar a construir soluciones innovadoras. Lo innovador es mezclar cosas que nunca se han mezclado antes y si seguimos los patrones de pensamiento que tenemos establecidos en la cabeza, no vamos a llegar a eso. La creatividad está en aquel lugar donde el miedo no tiene cabida, donde se puede experimentar y sacar esa locura que llevas dentro sin ser juzgada.
La lista Forbes te incluyó en “24 Changemakers 2024” por tu participación en Test4Safe, una tira reactiva que detecta drogas de sumisión en bebidas. ¿Qué resultados se han obtenido?
Test4Safe es un proyecto que fue creado con un propósito muy necesario y que desgraciadamente, como muchas otras startups, no pudo seguir adelante por muchos factores que influyeron en el desarrollo de la empresa y del proyecto. Nuestra visión era poder crear espacios de ocio seguros para intentar prevenir las violaciones que se producen bajo los efectos de la sumisión química, que a día de hoy son una de cada tres violaciones. El producto que patentamos fue una tira reactiva que detectaba drogas de sumisión en bebidas. El desarrollo del producto fue muy retador porque tenía una tecnología diferente que hacía que esa tira fuese más segura y que tuviese otras muchas funcionalidades como la de retener el líquido para poder analizarlo y detectar qué droga se había vertido en el vaso de la víctima. El producto tenía un fin muy claro y el equipo que estábamos detrás creíamos mucho en esa causa. La iniciativa nació para intentar batallar contra una situación real que se está viviendo a día de hoy y que lleva muchos años dándose. Pero, lo dicho, desgraciadamente el proyecto no siguió adelante; el mundo de las startups es un mundo difícil, hay muchas variables que se presentan en la ecuación. Por ello, cuando recibí esa mención en la lista de Forbes, me sentí súper agradecida, porque, algunas veces, había imaginado que ojalá pudiera aparecer allí. Al mismo tiempo, fue una presión añadida, porque estaba en una situación difícil en la empresa, intentando sacarla a flote, pero contemplando que una de las posibilidades era tener que cerrarla en algún momento, ya que no estaba siendo sostenible. Por ello, me gustaría coger esta oportunidad para poder visibilizar, que no todo siempre sale bien y que intentarlo ya es un paso muy grande que muchas personas no acaban dando. Por otro lado, también creo que es importante que en el mundo del emprendimiento, que está muy masculinizado —aunque cada vez he podido ver más chicas y más mujeres— tenemos que igualar esos porcentajes. En todos estos años he llegado a estar en eventos de 50 personas y ser la única mujer y, además, joven. Y es una realidad que me gustaría cambiar. Si el hecho de que yo haya podido estar en esa lista, o que esté también en los premios Hitz Sariak puede servir como referencia, sobre todo, para chicas jóvenes, para mí eso ya es más que suficiente.
¿Crees que hay edadismo en el emprendimiento?
Tu condición, ya sea la edad, sexo, clase, origen étnico, siempre va a jugar un papel determinante en cómo se te percibe y en las oportunidades que vayas a poder recibir. Evidentemente, en un sector tan masculinizado como el de emprendimiento, ser una mujer joven te condiciona de alguna manera; digamos que siempre se te va a analizar y a cuestionar más que a un hombre. Pero algo que me alivia mucho es que todo el talento femenino que he visto durante esos años es brutal. Cada vez hay más mujeres emprendiendo y tenemos un reto súper grande por ambas partes: desde el sector masculino que suele lanzar esos mensajes de emprendedor —muy asociados a un perfil concreto que además está ganando mucha fuerza en redes sociales—, creo que tiene que haber un proceso de deconstrucción. Y, al mismo tiempo, nosotras también tenemos que creérnoslo y dar el paso hacia adelante. He vivido muchas situaciones en las que me he sentido menospreciada, pero mi actitud siempre ha sido de demostrar, de alzar la voz, nunca venirme abajo. En cuanto al edadismo un poco lo mismo; todo el mundo puede emprender. Mientras estaba trabajando en la aceleradora Metxa pude ver muchos proyectos de emprendedores de muchísimas edades, sexos, condiciones… y vi que que hay talento en todos los lados.
“Me gustaría coger esta oportunidad para poder visibilizar, que no todo siempre sale bien y que intentarlo ya es un paso muy grande que muchas personas no acaban dando”
¿Es fácil emprender en Euskadi? ¿O es más sencillo triunfar fuera de nuestras fronteras?
Todos tenemos en la mente el mundo peliculero de las startups en Estados Unidos, que va muy unido al capitalismo y al crecimiento rápido; un mundo que es cada vez más tóxico. Por eso, tenemos que ser conscientes de que aquí tenemos nuestros propios modelos de emprendimiento, con un ecosistema súper potente, y muchas entidades que nos ayudan. Están los BIC, la SPRI, hay ayudas como Ekintzaile… y podría seguir con una lista muy larga. Pero al final va unido a lo que decía antes; problemáticas y necesidades hay en todas partes y en Euskadi evidentemente no somos una excepción, pero tenemos que ver qué es lo que tenemos alrededor. Estamos en un ecosistema muy rico en muchos sentidos y tenemos que aprovecharlo y aportar lo máximo posible aquí. Sí es posible emprender en Euskadi, sí. Fácil no lo es, en ningún sitio, pero hay muchas ayudas, y tenemos que empoderarnos y creernos que podemos ser referentes en muchas cosas y que, de hecho, ya lo somos.
“Venía de otro mundo diferente y poder ver cómo las clientas reciben mi arte es una maravilla”
¿Cuál sería el proyecto que te gustaría moldear? Y sobre todo, ¿qué impacto te gustaría generar con tu trabajo?
Me encuentro en una fase mucho más slow, de crear cosas de forma más consciente, más tranquila. Estos años he podido ver un montón de productoras y productores locales, tanto de Vitoria como de los pueblos de Euskadi, con mucho talento y haciendo cosas a pequeña escala, con mucho mimo y que han tenido también mucho impacto. Y el hecho de poder crear proyectos o iniciativas que puedan apoyar todo ese talento local creo que tiene mucho valor. Hoy, cuando todas las plataformas grandes como Shein están a la orden del día —y desgraciadamente no puedo decir que nunca haya comprado en esas plataformas—, es el momento de posicionarse y decir a quién quieres apoyar. Nuestras marcas de pequeñas artesanas y artesanos están haciendo un trabajo súper bueno y tenemos que intentar, sea como sea, apoyar esas iniciativas.
¿Qué dice tu proyecto Antheia HM sobre ti? ¿Es el más personal?
Lo dice todo. Al final, tiene todos los ingredientes con los que me identifico: la naturaleza, la calma, hacer las cosas despacio y mimo, la creatividad, la joyería, que siempre ha sido algo que me encanta... Va muy alineado a lo que he estado comentando hasta ahora, de proyectos más conscientes, más lentos, más locales. Me ha permitido conocer a artesanas maravillosas de Euskadi y creo que me ha abierto los ojos a otra realidad, a otra comunidad. Venía de otro mundo diferente y poder ver cómo las clientas reciben mi arte es una maravilla, porque al final esa cercanía en la que la clienta te escribe para decirte que le encanta lo que haces, vale mucho más que cualquier otra cosa, que cualquier ronda de financiación de no sé cuántos millones. Para mí esa cercanía, esa magia que tienen los proyectos pequeños, con sentido y que te conectan, es insustituible.
"Sin esfuerzo, dedicación y personalidad no se logra nada: el arte exige mucho trabajo, constancia y entrega"
¿Qué ha significado recibir el reconocimiento al Emprendimiento en los Hitz-Sariak Premios Palabra?
Cuando recibí la noticia sentí un poco el síndrome de la impostora. Vi los nombres de las otras y otros premiados y pensé, ‘¿qué hago yo aquí? Si son unos perfiles increíbles…’ Pero, al mismo tiempo y, a pesar de que el proyecto de emprendimiento más reconocido es el de TEST4SAFE, creo que si este trabajo sirve para que se visibilice a las mujeres jóvenes en el mundo del emprendimiento, puedo sentirme más que satisfecha. Creo que todo lo que hacemos tiene un impacto, y aunque no haya sido la promesa que pudo acabar brillando con una empresa que la petó, me doy por satisfecha.
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