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Altxuko Denda, de Ormaiztegi al norte de Navarra para abrir una tienda de pueblo

El guipuzcoano Koldo Uribe-Etxebarria Almandoz abrió el negocio en agosto de 2005 y este fin de semana agradece la fidelidad de sus clientes

Altxuko Denda, de Ormaiztegi al norte de Navarra para abrir una tienda de puebloOndikol

Al pie del monte Autza y rodeado de caseríos y un ritmo de vida que resiste al paso del tiempo, se encuentra Erratzu, un pueblo navarro de apenas 468 habitantes (2024).  Allí, hace 20 años, llegó desde Ormaiztegi el joven Koldo Uribe-Etxebarria Almandoz (1972) decidió emprender una aventura que, más que un negocio, se ha convertido en un punto de encuentro para todos los erratzuarras, Altxuko Denda.

En una época que las tiendas de pueblo desaparecen poco a poco, Koldo apostó el año 2005 por mantener viva la cercanía y el trato humano que solo el comercio local puede ofrecer.

Llegada

Koldo llegó a Erratzu el año 2002 desde Ormaiztegi, pero su relación con la localidad de Baztangoiza se remonta de cuando era un crío y venía a pasar sus vacaciones de verano, Semana Santa o navidades a la casa Altxua, donde se ubica la tienda, que pertenecía a su aitetxi (abuelo), “siempre me había tirado Erratzu y tenía ilusión de vivir aquí, además el año 1996 comencé una relación con mi pareja Nerea Iturriria que es de Lekaroz y fue el impulso definitivo que me llevó a terminar viniendo aquí a vivir”.

El guipuzcoano lo primero que hizo al llegar a Erratzu fue ayudar en la obra de rehabilitación de la casa Altxua y posteriormente trabajó un año en la fábrica de Arcelor en Legasa, y fue cuando estando allí “me vino la idea de aprovechar la cuadra de la casa como local comercial y me vino la idea de la tienda”.

Antes nunca había trabajado en comercios u hostelería, “de siempre he trabajado en el gremio de imprentas, artes gráficas, al igual que mi aitetxi y mi padre, estudié en Salesianos en Iruña y hasta venir aquí trabajé en imprentas”.

La tienda

“Fue un proceso ilusionante, con dudas, pero antes de tomar la decisión definitiva, se hizo un estudio de mercado que me ayudó Cederna Garalur y desde el Gobierno de Navarra por medio del CEIN tenían una sección que se llamaba Comercios a Mano y ahí estaba Pilar Sánchez que era una entendida del tema y me ayudó mucho y fue clave a la hora de tomar la decisión” recuerda Koldo de los primeros días y recuerda también, que en Erratzu “había dos tiendas entonces y una iba a cerrar por jubilación y eso me animó también a tomar la decisión”.

Considera que una tienda de pueblo tiene un papel muy importante, “la vida social en un pueblo sin tiendas baja mucho. Un ultramarinos hace la función de tienda de toda la vida, principalmente para las personas de cierta edad que viven solas o no tienen medios para moverse a otros pueblos a hacer las compras” y además añade que “ofrezco servicio a domicilio, me llaman por teléfono o me envían un WhatsApp y llevo las compras a casa, normalmente es gente mayor y haces una relación especial, es gente que no sale mucho de casa y que tiene ganas de hablar, te cuentas sus historias que se quedan entre nosotros y son situaciones curiosas y bonitas”.

Productos variados

Los productos que se pueden encontrar en el establecimiento son muy variados, “tengo un poco de todo, bebidas, conservas, congelados, droguería e higiene, frutas y verduras, charcutería, pan, prensa diaria... Lo básico con lo que puedes equipar una casa” y lo que no falla en Altxuko Denda son productos de Kilómetro O, “tengo la filosofía de economía circular y me gusta trabajar con productores locales, por un lado para ayudarles a ellos en sus proyectos y por otro es una manera de identificar la tienda con sus raíces y el producto local, esto es bueno para la gente del pueblo y para que los turistas vean que hay cosas interesantes y ricas que degustar en la zona”.

El momento más difícil en estos 20 años fue el inicio, “al tener una inversión fuerte me tuve que meter en dos préstamos y los primeros años había que apretarse el cinturón y aguantar, pero confiaba que una vez superado eso iría mejor y así ha sido” y curiosamente el mejor momento “fue la pandemia, trabajé más que nunca, los dos meses de confinamiento fueron de mucho trabajo y además ese verano como los navarros no podían salir de Navarra, Erratzu se llenó y trabajé muchísimo”.

Es optimista de cara al futuro y espera estar trabajando hasta su jubilación, “me daría mucha pereza y pánico emprender otra aventura o empezar a buscar trabajo” y una vez jubilado, “no sé qué pasará con la tienda, me daría pena que se cerrara, todavía quedan muchos años para eso, pero no veo relevo porque mis hijos están estudiando, difícilmente les veo aquí, si fracasan en lo suyo pues tendrán una oportunidad para seguir la tienda de la familia.”

Celebración

Para agradecer a los clientes su fidelidad, ha organizado este sábado una pequeña fiesta, “la tienda la abrí el 29 de agosto, pero no he encontrado una fecha para celebrarlo hasta ahora”.

A partir de las 13.00 horas, actuarán las bertsolaris Alazne Untxalo y Malen Altzuart. Sonará el txistu de Mikel Alzate y la música de Eider Irisarri, Ane Alzate, Nahia Ibargarai y Laia Tapia.

Para finalizar con la fiesta, habrá un lunch para los asistentes. Zorionak!!