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Para emocionar y satisfacer a las personas mayores, música

Los grupos de animación de Nagusilan coinciden en que “acompañar y emocionar” a los mayores es una experiencia “muy gratificante”

Para emocionar y satisfacer a las personas mayores, músicaGorka Gómez

Dentro de la iniciativa de voluntariado de Nagusilan, casi 20 grupos llevaron a cabo más de 400 actuaciones el año pasado en distintas residencias de mayores. Entre ellos están Karmentxu Quiñones, Leize Rivas y Félix Azpiroz, tres voluntarios que han encontrado en la música una forma de acompañar y generar vínculos con las personas mayores.

“Nuestro objetivo es llevar a las residencias un toque de color para que salgan un poquito de su monotonía diaria”, explica Karmentxu Quiñones, que canta en dúo junto a su compañera y amiga Leize Rivas. Desde hace dos años recorren residencias con un repertorio de canciones de los años 60 y 70. Más que una actuación, lo suyo es una invitación a la participación. “Siempre les pedimos participación, desde la primera canción. Nos satisface mucho que participen, ya sea cantando, bailando o incluso solo sonriendo o emocionándose”.

Para ellas, además, la música también sirve de puente para activar la memoria y traer al presente diferentes recuerdos. “Cuando empezamos a cantar estas canciones vimos que colaboraban muchísimo. No solo recuerdan la música, también las letras y afloran sus emociones. Aparecen sonrisas, lágrimas… Eso también a nosotras nos emociona”, añade Karmentxu.

“Ver a los mayores que se unen a cantar nos encanta y nos satisface ver sus emociones a flor de piel”.

Leize Rivas . Voluntaria en Nagusilan

Su compañera Leize comparte esa visión: “Ver a los mayores que se unen a cantar nos encanta y nos satisface ver sus emociones a flor de piel”. Al mismo tiempo, reconoce que durante sus primeras actuaciones se preocupaban mucho por hacerlo bien y por evitar los errores durante la interpretación. Ahora, en cambio, su objetivo es otro. “Ponemos el foco en los mayores y en hacerles pasar un buen rato”, asegura. Leize, que fue profesora de música, hace un llamamiento a la juventud y afirma que “pronto necesitaremos relevo”. A día de hoy no ve a ninguno de sus exalumnos participando en ninguna iniciativa similar, lo que le parece “una pena”.

Félix Azpiroz en una de sus voluntarias actuaciones en las residencias de mayores.

Experiencia

La experiencia de Félix Azpiroz también comenzó hace dos años, a raíz de un torneo de golf organizado por Nagusilan. Allí conoció a Martín Manso, violinista, y juntos decidieron probar suerte en un grupo de animación después que representantes de la asociación les animasen a tomar parte en otras actividades. “Yo con el txistu y Martín con el violín, preparamos un repertorio pensando en la variedad del público”, explica. Con el fin de satisfacer a todos los oyentes, Azpiroz recuerda que en las residencias “hay desde gente extremeña que vino en los 60 hasta vascos”. Por ello, el repertorio del dúo pasa por interpretar desde La Paloma hasta Desde Santurce a Bilbao.

“Aunque vivan con un buen servicio y condiciones, una actuación de una hora no es suficiente para entretener a los mayores durante las 24 que tiene un día. Necesitan compañía constante”.

Félix Azpiroz . Voluntario en Nagusilan

Para Félix, la vivencia ha sido transformadora: “Ha sido una experiencia muy gratificante y enriquecedora, y por eso no he pensado en dejarla”. A día de hoy, el txistulari participa en un dueto, en un trío y también en un quinteto. Prueba de la satisfacción que vive, asegura, es que “he llegado a dejar otros hobbies para seguir con este. Se ha convertido en una gran afición”.

En lo que coinciden la mayoría de los componentes de los grupos de animación es que lo que más le conmueve son las reacciones de los residentes. “La sonrisa de los mayores cuando tocamos música y se unen a cantar es una sensación muy difícil de describir”, subraya Quiñones. Andueza, que se suma a su punto de vista, también lanza un recordatorio: “Aunque vivan con un buen servicio y condiciones, una actuación de una hora no es suficiente para entretener a los mayores durante las 24 que tiene un día. Necesitan compañía constante”.