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Gipuzkoa pide al Gobierno central redoblar esfuerzos ante el aumento de personas solicitantes de asilo

Las personas migrantes de Mali alojadas en Oñati han sido trasladadas a diferentes puntos del Estado

Gipuzkoa pide al Gobierno central redoblar esfuerzos ante el aumento de personas solicitantes de asiloIker Azurmendi

Las personas migrantes, en su mayoría procedentes de Mali, que pernoctaban en la calle en el barrio donostiarra de Amara Berri y que fueron trasladadas hace dos semanas a un centro de Oñati ya han abandonado el recurso foral y se encuentran distribuidas por diferentes puntos de la geografía estatal, según confirman a este periódico tanto la Diputación Foral de Gipuzkoa como el Ayuntamiento de Donostia.

Ambas instituciones, que han trabajado en coordinación para dar una respuesta ante la "preocupante inacción" con la que se venía desarrollando la gestión de este drama humanitario, piden al gobierno de España "dotarse de medios suficientes" ante el aumento "significativo" de personas solicitantes de protección y asilo procedentes de países del Sahel, como se conoce a la extensa zona que atraviesa 6.000 kilómetros entre África Oriental y Occidental.

Especialmente son migrantes procedentes de Mali quienes han venido recalando en el territorio de un modo más acusado, trasladando a la esfera local de Donostia las consecuencias de una crisis que ha empujado a miles de refugiados de este país hacia Canarias.

Se da la circunstancia de que la mayor parte de estos jóvenes francófonos había alcanzado suelo galo pero fueron devueltos en aplicación del Reglamento de Dublín, que establece que el primer país de la Unión Europea por el que un solicitante de asilo entra es el responsable de tramitar su solicitud.

Competencia del Gobierno central

A este respecto, tanto la Diputación de Gipuzkoa como el Ayuntamiento de Donostia recuerdan que la competencia recae en primera instancia en el Ministerio de Interior, encargado de tramitar las solicitudes, junto con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que gestiona la acogida de las personas solicitantes.

"Las gestiones que se han llevado a cabo en Gipuzkoa para facilitar el acceso al sistema de acogida del Gobierno español han constatado la desigual forma de actuar en los distintos territorios, favoreciendo así el tránsito de las personas hacia aquellos territorios en los que consideran pueden ser atendidos con mayor celeridad", advierten ambas instituciones.

Entienden en ese sentido que las medidas para evitar situaciones de calle entre las personas solicitantes de protección internacional y asilo, como ha venido ocurriendo en el barrio donostiarra de Amara en los últimos meses, pasan por "ordenar y dotar el sistema de acogida de los medios que precisa".

Esa falta de recursos es la que ha obligado precisamente a las instituciones vascas a redoblar esfuerzos. El motivo de encontrarse estos jóvenes a la intemperie, según explicaron a este periódico desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, ha sido un sistema de acogida "saturado" que se ha revelado insuficiente para responder al incremento de flujos migratorios actuales. "Ése es uno de los grandes problemas al que nos estamos enfrentando, al que se suma la gran cantidad de gente de Mali que está migrando actualmente", reconoce la entidad, que ha mantenido diferentes reuniones con otras administraciones e instituciones para encauzar la situación.

Respuesta "de manera excepcional"

En ese sentido, la Diputación y el Ayuntamiento de Donostia han optado por responder "de manera excepcional" ante "una situación social apremiante que no estaba siendo atendida con la celeridad que precisa". En concreto, según señalan, el problema ha venido motivado por la "tardanza y colapso" en la citas en dependencias de la Policía Nacional para iniciar los trámites de asilo ante el Gobierno central. Esta circunstancia junto a las escasas plazas existentes para darles una acogida digna mantenía a decenas de migrantes en situación de calle desde hacía meses.

Jóvenes de Mali en las inmediaciones de las oficinas de CEAR

Las instituciones guipuzcoanas reconocen a este periódico que las gestiones previas realizadas no habían dado una respuesta acorde con la situación generada. Así, tanto el Ayuntamiento como la Diputación, en colaboración con el Gobierno Vasco y otras entidades sociales, han trabajado "en todo momento" para tratar de aliviar la situación. Ambas instituciones valoran el esfuerzo realizado por Cruz Roja y las organizaciones CEAR y ZEHAR.

Un trabajo en común que permitió hace dos semanas el traslado del colectivo de migrantes que pernoctaba en Donostia al albergue foral de Arantzazu. Durante el tiempo de estancia, las personas atendidas han dispuesto de alojamiento, manutención y asesoramiento profesional con el fin de "llevar a cabo un perfilado" que posibilitase se derivación hacia los trámites necesarios para acceder al sistema.

Actualmente ya no hay ningún joven maliense en este recurso, ya que se han sido derivados a diferentes plazas de acogida repartidas por todo el Estado, siendo el Gobierno central el que decide dónde acoger a las personas solicitantes una vez iniciado el proceso. "En este trabajo de colaboración se han perfilado las necesidades de cada una de las personas y se ha puesto en marcha las derivaciones según el momento y la fase en la que se encuentran en el sistema de protección internacional y asilo", señalan las mismas fuentes.

La coordinación de las instituciones vascas en esta actuación, según indican, ha sido "buena y eficaz", del mismo modo que han encontrado una respuesta "ejemplar" en las entidades que han colaborado. En ese sentido, reiteran su disposición a colaborar con el gobierno estatal "para articular una respuesta estructural, eficaz y coordinada" que permita abordar esta realidad "desde el rigor en el despliegue de las políticas públicas en esta materia".