Joserra Ecenarro (Elgoibar, 1952) preside Nagusilan desde hace casi una década. La asociación dedicada al acompañamiento de personas mayores ha cumplido 30 años en 2025 gracias al trabajo voluntario de casi mil personas y su presidente hace una valoración positiva de la trayectoria.
¿Qué supone para una asociación como Nagusilan cumplir 30 años?
Supone, entre otras cosas, un hito muy importante, porque hoy en día que una asociación de voluntariado dure 30 años es casi imposible. Contamos con casi mil voluntarios en Euskadi, pero todavía necesitamos más.
Faltan, pero, ¿no son pocos, no?
No son pocos, no. En Gipuzkoa, por ejemplo, es donde más voluntarios hay. A día de hoy son cerca de 750. En Bizkaia por ejemplo no tenemos tantos, pero es un campo tremendo, y con una capital como Bilbao, creo que el número de voluntarios irá creciendo, igual que crece el número de personas mayores.
Queda camino por recorrer entonces
Sin duda, y en Gipuzkoa también. A pesar de eso, estamos contentos con el número de personas con las que contamos. Sí es verdad que el voluntariado mayor es más fiel o dura más que el voluntariado joven. Los jóvenes a veces deciden entrar en Nagusilan, pero se aburren antes y lo dejan.
“Más jóvenes deberían de acercarse a Nagusilan, ya que en unos años pueden ser ellos los que tengan ser acompañados”
¿Por qué cree que sucede eso?
Quizás por el perfil de personas a las que tienen que ayudar. A pesar de eso, creo que la situación tendrá que ir cambiando, porque la gente se va a tener que acostumbrar a la gente mayor. Varios estudios dicen que la etapa de la vejez cada vez va a durar más y que se alargará casi tres décadas. Hasta ahora se vivía pensando que envejecer era como una desgracia, pero yo creo que es una suerte. Hay gente a la que le cuesta acudir a una residencia, pero luego se acostumbran y les gusta. Desde los 65 años en adelante, todavía hay mucha vida.
¿Actualmente cuál es el perfil del voluntario?
En este momento la media de edad está cerca de los 75 años. También tenemos voluntarios de hasta 88 años. Me gustaría destacar que en muchas ocasiones los mismos voluntarios se ven sorprendidos, porque realizan diferentes actividades mientras acompañan a otras personas.
¿Qué tipo de actividades realizan para acompañar a personas mayores?
Desde organizar conciertos hasta ir al gimnasio. Pero cada vez estamos haciendo cosas más concretas para cubrir todas las necesidades, ya que a veces cambian por cada persona.
¿Por ejemplo?
No hace mucho, un hombre que ha vivido la mayor parte de su vida en Australia, quería seguir hablando en inglés en la residencia en la que vive actualmente. En ese caso, buscamos una persona voluntaria que quisiera hablar con él en inglés dos días a la semana.
Volvamos a los comienzos. ¿Qué objetivos tenía Nagusilan cuando se fundó?
Nagusilan es una asociación sin ánimo de lucro de personas mayores y para personas mayores. Es apolítica y democrática, y su principal finalidad es acompañar a las personas mayores o a los jubilados. Si no recuerdo mal, la referencia fue una experiencia estadounidense, y creo que hoy en día nos hemos convertido en una referencia del acompañamiento en Euskadi. Además, tenemos otras delegaciones más pequeñas en Navarra y Madrid.
“El voluntario mayor es más fiel y aguanta más tiempo. La mayoría de los jóvenes que prueba la experiencia la deja al poco tiempo”
Idea
Dieron en el clavo con la idea.
Pienso que sí, gracias a unos visionarios que hace 30 años pensaron que la soledad entre las personas mayores era un campo que había que cubrir de alguna manera.
¿Ha quedado algo sin cumplir hasta ahora?
Diría que no, porque nuestro objetivo es acompañar y llevamos 30 años haciéndolo. Lo que sí creo es que de cara al futuro habrá que prepararse mejor, porque hay varios tipos de gente mayor, igual que hay niños, jóvenes y adolescentes. Hay diferencias entre personas mayores y las necesidades no siempre son las mismas. Además, cada vez va a vivir más gente sola en casa. Antes era raro, porque había casas en las que vivía un gran núcleo familiar, pero ya no es así.
¿Tendrán que cambiar la visión para los próximos años?
No lo sé, porque el futuro suele ser incierto. Hay estudios que dicen que los mayores vivirán más porque algunas enfermedades se cronificarán, otros que dicen que la inteligencia artificial podría ser una gran ayuda en este campo…. Hay varias preguntas que debemos hacernos para analizar cuál debería ser nuestro rumbo en el futuro. Lo que tengo claro es que la gente mayor de 65 años todavía tiene capacidad para realizar diferentes tareas y actividades y que merecen un futuro decente.
¿Cree que más gente joven debería acercarse a acompañar a los mayores?
Sin duda. Porque en unos años pueden ser ellos los que se tengan que sentir acompañados. Sé que cuesta, porque incluso en las reuniones que hemos tenido con algunos ayuntamientos nos han dicho que les está costando tener un voluntario fiel para diversas asociaciones. Por nuestra parte, hemos empezado a organizar actividades intergeneracionales en más de un pueblo para superar esa “barrera”. Ya hay jóvenes que se han animado, por ejemplo, a pasear con gente mayor que necesita silla de ruedas y también tenemos otros programas en marcha.
¿Como cuál?
Hilo de plata. Se trata de un acompañamiento telefónico que lo pusimos en marcha hace 25 años, pero al que hace cuatro le dimos una vuelta. Decidimos crear una aplicación para que desde el mismo móvil, el voluntario pueda hablar con el usuario aunque no esté en casa. Además, de esta forma seguimos preservando la política de privacidad de datos, ya que con marcar el número general del Hilo de Plata en la aplicación, a cada voluntario se le dirige a directamente a la persona a la que acompaña.
En resumen, la valoración de los 30 años que ha cumplido la asociación es positiva.
Sin duda, es muy positiva. De cara al futuro, vamos a tener en cuenta que la franja de personas mayores va en aumento y nos iremos actualizando para adaptarnos a las necesidades. Tenemos que ayudar a que la gente viva 30 años de forma activa después de la jubilación.