“No podemos vivir solo de contar historias: nuestros negocios tienen que ser rentables”
Los participantes en el encuentro Km 0 Kontsumo Arduratsua, organizado por NOTICIAS DE GIPUZKOA, pusieron el foco en la rentabilidad y el relevo generacional en el primer sector
Detrás de los productos locales hay mucho más que alimentos. Hay historias, conocimiento, sostenibilidad, compromiso. Y también muchos retos. Así lo pusieron de manifiesto los protagonistas de la segunda mesa redonda del encuentro Km 0 Kontsumo Arduratsua, organizado por NOTICIAS DE GIPUZKOA, y que estuvo moderada por Isabel de Lope, directora comercial de NOTICIAS DE GIPUZKOA. Productores y entidades como Eroski o el propio Mercado de San Martin compartieron su visión sobre el consumo local, la rentabilidad, el papel de las nuevas generaciones y el futuro del sector.
Ruth Mozo, secretaria del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Getariako Txakolina, abrió el coloquio recordando que una DO es mucho más que un producto. “El txakoli es un vino de mar, cultivado en laderas que dan al Cantábrico, con variedades autóctonas como la Hondarrabi Zuri o Beltza, y un sistema de cultivo en parral que lo hace único”. Para Mozo, es fundamental dar a conocer ese valor diferencial: “Llevamos 35 años trabajando por una identidad propia, y aún queda camino por recorrer”.
“El txakoli es un vino cultivado en laderas junto al mar, con variedades propias que lo hacen único”
Desde Eroski, Josean Yela subrayó que la responsabilidad última es del consumidor, pero que las empresas tienen el deber de facilitarle elecciones coherentes. “Ojalá fuéramos más al supermercado para ir menos al médico. Si el consumidor quiere, hay alternativas. Nuestra apuesta por el producto local es firme: en diez años hemos incrementado un 50% su venta”. Para Yela, “hoy hay más conciencia, y la pandemia ayudó a visibilizar la importancia de tener productores cerca, para que no se vacíen los lineales”.
“Ojalá fuéramos más al supermercado para ir menos al médico: lo que comemos también es salud”
En la misma línea, Karmele Pikabea, gerente de Euskaber, constató que la apuesta de Euskaber es clara: “Tenemos que predicar con el ejemplo. Producimos aquí, distribuimos aquí y vendemos aquí. Nuestra ambición no es crecer fuera, sino garantizar la rentabilidad de nuestras granjas y el bienestar de nuestras gallinas”. Añadió que no basta con hablar de sostenibilidad económica o ambiental: “Debemos explicar también el impacto social de nuestras actividades. No obstante, no podemos vivir solo de contar historias: nuestros negocios tienen que ser rentables”.
“No podemos vivir solo de contar historias: nuestras explotaciones tienen que ser rentables para poder sostenerse”
Ilusión y preocupación
Por su parte, Ekaitz Apraiz, gerente de Kofradia-Itsas Etxea, señaló que en el sector pesquero conviven ilusión y preocupación. “El consumo de pescado ha bajado un 30%. Hoy, de media, se comen 24 kilos por hogar. Por eso impulsamos Kofradia Itsas-Etxea, un proyecto innovador y único en Europa que tiene tres ejes de trabajo: gastronomía, transformación del producto de cara a nuevas necesidades y relevo generacional a través de la iniciativa Izan Arrantzale dirigida a mostrar el sector pesquero a las nuevas generaciones. Todo ello para poner en valor nuestro pescado. El relato para nosotros tiene una importancia fundamental”, puntualizó.
“El consumo de pescado ha bajado un 30% y es necesario innovar para conectar mejor con las nuevas generaciones”
Miren Celaya, responsable San Martin Merkatua, defendió el papel de los mercados como puntos de encuentro entre productores y consumidores. “Después del confinamiento vimos un repunte de clientela joven, pero esa tendencia ha vuelto a bajar. Tenemos que trabajar en esa línea”. Destacó, además, la necesidad de adaptarse: “Ahora se consume pescado limpio, verduras listas para cocinar… El producto local también debe responder a esas demandas”.
“Hay que volver a crear vínculos entre quienes producen y quienes compran: los mercados son espacios clave para eso”
Sobre las nuevas tendencias de consumo, Yela señaló que “hace 15 años nadie compraba tacos de queso para ensalada. Hoy son un éxito”. En ese sentido, añadió que “el consumidor manda, pero hay que escucharle y ofrecerle opciones”.
También se habló de la evolución del propio producto. “Hasta hace poco solo hacíamos txakoli blanco. Ahora tenemos rosado, tinto, espumoso, de vendimia tardía…”, apuntó Mozo.
Apraiz aportó un dato llamativo: “El pescado de bajura, como la sardina, la anchoa o el bonito, es más barato que el salmón que viene de China. Pero ellos han apostado por formatos, maquinaria y continuidad, y eso les da ventaja”.
La rentabilidad, insistieron todos, es clave. “En el caso del huevo ha subido el precio, pero no hablamos de un gran gasto para el consumidor. Hay que contar el esfuerzo que supone producir calidad”, explicó Pikabea.
“Quizá nos falta estructura, hay productos que llegan de forma más directa al mercado y eso hace que los márgenes sean más amplios. La campaña de la antxoa ha ido muy bien, pero una cosa es cómo llega al puerto y otro tema es el precio del mercado, por eso creemos interesante tener redes de comercialización ligadas al producto y al consumidor. El productor no suele ser quien más influye en el precio”, aseveró Apraiz.
Trabajar con la juventud
La última parte de la mesa se centró en las nuevas generaciones. “El paladar se educa desde pequeño”, subrayó Apraiz. “Es importante ponerse en los zapatos de los jóvenes, mirarles a los ojos y hablar su idioma”. Mozo, por su parte, reconoció las limitaciones legales del sector del vino para hacer promoción de su producto, pero insistió en “la necesidad de transmitir el valor del txakoli sobre la base del consumo moderado”.
Yela explicó que Eroski cuenta con un programa educativo por el que han pasado más de 180.000 escolares vascos. “Les enseñamos a leer etiquetas, identificar productos saludables y visitan baserris. Los jóvenes están saturados de información y necesitamos darles herramientas para elegir bien”.
Pikabea contó una iniciativa de Euskaber con la Fundación HAZI: “Creamos un cómic y una obra de teatro para explicar de dónde vienen los alimentos. Somos responsables del futuro, y debemos crear lazos entre productores, sociedad e instituciones”.
Sobre el futuro, Celaya puso sobre la mesa la necesidad de adaptarse: “Desde el Mercado de San Martín hemos impulsado una plataforma de venta online de producto local para que los productores estén también ahí. La digitalización es parte del camino”, concluyó.
El foro Km 0 Kontsumo Arduratsua ha contado con la colaboración de HAZI-Gobierno Vasco, Eroski, San Martin Merkatua, Kofradia-Itsas Etxea, Euskal Sagardoa, Getariako Txakolina, Cervezas Gross, Lácteos Goenaga, Baserria KM0, Euskaber, Basatxerri y Artzai Gazta.
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