El tercer sector social está cada vez más profesionalizado y seis de cada diez asociaciones voluntarias de Euskadi cuentan en la actualidad con personas remuneradas en su equipo. Así se extrae del Libro Blanco del Tercer Sector Social, elaborado por el Gobierno Vasco, en el que se indica que esta actividad alcanza ya el 2,4% del PIB.

En estos momentos, Euskadi cuenta con 4.259 organizaciones, lo que supone 1,9 por cada 100.000 habitantes, en las que trabajan 45.694 personas remuneradas y 168.291 voluntarios. Así lo ha dado a conocer este lunes en Donostia la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, indicando que el volumen económico que genera este sector es de 2.045 millones de euros, lo que equivale al 2,4% del PIB de Euskadi, por encima del impacto económico a nivel Estatal, que es del 1,4% del PIB.

Este aumento, además, se da dentro de una tendencia a la profesionalización de la actividad, con el 61,1% de las organizaciones con personas remuneradas en su equipo. El 74% de las personas empleadas, asimismo, son mujeres, lo que pone de manifiesto la feminización del sector.

El 38,9% de las asociaciones siguen siendo exclusivamente voluntarias y la mayoría cuentan con una estructura de entre 10 y 50 personas. Más de la mitad, el 62,1%, además, son mujeres. En organizaciones con personal remunerado, el 70% de las plantillas no superan las diez personas.

Más organizaciones

Según se detalla en el documento, el número de asociaciones ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años, especialmente entre 2021 y 2023, con un incremento en 300 entidades hasta alcanzar las 4.259.

Por territorios, Gipuzkoa cuenta con una densidad de organizaciones por habitante de 1,71, frente a 2,10 de Bizkaia y 1,91 de Araba. El territorio vizcaino lidera la cifra total con 2.395 organizaciones (56,2%), seguida de Gipuzkoa con 1.231 (28,9%) y Araba, con 633 (14,9%).

En lo referente a su financiación, las cifras entre los ingresos públicos y los privados son muy similares, con el 51,8% correspondientes a los primeros y el 48,8% a los segundos. Entre la financiación pública, destacan las subvenciones, que suponen el 37%, siendo las de las diputaciones forales las principales (en un 45,7%), seguidas de las del Gobierno Vasco (en un 35,2%) y las de los Ayuntamientos (en un 15,1%), mientras que en la financiación privada el principal ingreso es por cuotas de los afiliados (18,9%).

Por último, la mayoría de las organizaciones de Euskadi cuentan con un marcado carácter social, ya que la mayoría de ellas (el 56,5%) ofrecen servicios sociales y casi la mitad (el 49,8%) se dedican a la educación y al tiempo libre. Además, en ocho de cada diez se compagina la actividad social con la concienciación y la defensa de los derechos.

Retos del futuro

De cara a los próximos años, el Libro Blanco ha detectado hasta doce retos en torno al tercer sector social, como afianzar el modelo comunitario y la identidad colectiva del sector, reconocer su aporte social y económico, apoyar la capacidad de adaptación a nuevas realidades y reforzar el voluntariado como pilar de la comunidad.

Asimismo, el texto incluye otras cuestiones como la sostenibilidad y la financiación de las organizaciones, la relación con otros agentes, la cooperación interna y su contribución a la Agenda del Bienestar.