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Euskadi propone a Madrid un semáforo con sellos de calidad para las universidades

El consejero Pérez Iglesias quiere devolver a la casilla de salida del decreto que limita la creación de nuevas universidades

Euskadi propone a Madrid un semáforo con sellos de calidad para las universidadesUPV/EHU

El Gobierno vasco quiere devolver a la casilla de salida la tramitación del decreto con el que el Ejecutivo de Pedro Sánchez pretende endurecer los criterios para crear nuevas universidades porque rechaza el trámite de urgencia impuesto por el equipo de Diana Morant y varias de las medidas recogidas en la reforma. Así se lo ha trasladado este miércoles el consejero de Universidades, Juan Ignacio Pérez, al secretario de Estado de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Cruz Cigudosa, en la reunión que mantuvieron para reconducir la negociación de este polémico decreto. No obstante, Pérez no pidió que se retire el documento porque, “o bien incluye criterios de calidad, o no afectan a la capacidad de la CAV para desarrollar sus propias políticas”, según fuentes oficiales.  

Lo que sí hizo el consejero fue poner sobre la mesa del Ministerio un cambio de paradigma en una reforma que está llamada a poner coto a la proliferación de universidades de titularidad privada de dudosa calidad, fundamentalmente en comunidades gobernadas por el Partido Popular. En vez de las once limitaciones que el Ministerio de Universidades ha introducido en la modificación del Real Decreto fallido impulsado en 2021 por el exministro Manuel Castells, Lakua propone una suerte de semáforo con sellos de calidad para que los estudiantes sepan de antemano el nivel que tiene cada universidad. 

En este nuevo marco alternativo, las agencias de calidad universitaria –Unibasque, en el caso de Euskadi– serían las encargadas de otorgar un sello (certificado) de calidad en función del grado de excelencia que demuestre cada universidad en base estándares que la propia reforma contempla. En concreto, la propuesta de Gasteiz alude textualmente a “la calidad de la oferta docente; la disponibilidad, características y adecuación de la plantilla de profesorado que sustenta esa actividad docente e investigadora y que se compromete la entidad promotora del proyecto universitario a contratar; la dotación de equipamientos e instalaciones para la docencia, la investigación y la transferencia, de servicios y de gestión; y la solvencia de la programación plurianual de la investigación y la transferencia de la universidad”. 

Tres niveles

En base a este esquema, la certificación baja la obtendrían las nuevas universidades –o ya en funcionamiento– incapaces de poner en marcha una actividad académica digna de tal nombre.Las intermedias permitirían identificar buenos proyectos –en el caso de universidades no creadas aún— o buenas universidades, aunque sin alcanzar el máximo nivel. El sello de más bajo nivel constituiría, si fuera el caso, un dictamen que aconsejaría la no creación de una universidad o la revocación de la autorización para impartir títulos oficiales. Esto equivaldría a los actuales informes negativos. Este sistema de medición incluiría una previsión de plazos que las instituciones corrijan deficiencias o alcancen los estándares de calidad mínimos exigibles. 

Según Pérez Iglesias, las tres universidades vascas con mayor trayectoria (UPV/EHU, Deusto y Mondragón) alcanzarían el nivel excelente con estos sellos de calidad. En cuanto a la alavesa Euneiz indicó que cuando haya que acreditar las titulaciones “alcanzará el nivel adecuado”, pero precisó que “el futuro es insondable”. Según el Gobierno vasco, este sistema de sellos de calidad “aportaría además transparencia al sistema universitario, ofreciendo al estudiantado una información de inestimable valor”. 

Este enfoque evitaría además la principal línea roja delimitada por Lakua: la invasión competencial en la que incurriría la reforma. No en vano, la propuesta del Gabinete que lidera Diana Morant convierte de preceptivos a vinculantes los informes de la agencia de calidad española (ANECA) trasladando de este modo la competencia de crear universidades del Parlamento Vasco a la ANECA lo que, a ojos del Gobierno vasco, es un precedente “peligroso”.  

Recentralización

El consejero de Ciencia y Universidades acudió a la reunión de este miércoles con el “sincero convencimiento” de alcanzar un acuerdo con el Ministerio en este punto. Por otro lado, Pérez Iglesias trasladó al secretario de Estado su negativa a que el proyecto se tramite por vía de urgencia porque “impide un debate reflexivo y sosegado, y dificulta la posibilidad de acuerdos”, según fuentes oficiales. Por este motivo, planteó que se anule la vía de urgencia y se reinicie los trámites hasta llevar a cabo una consulta y audiencia que “dé la posibilidad de poder estudiar el texto con la serenidad que exige el alcance de la modificación”, según las mismas fuentes. 

Otro de los argumentos contrarios a la reforma es que la atribución al Estado de la competencia en materia de universidades telemáticas constituye una “recentralización” de competencias vascas, por lo que desde Lakua exigen su eliminación. Además, proponen suprimir el requisito de ofertar titulaciones pertenecientes a tres ramas del conocimiento en cada uno de los tres niveles de estudios, grado, máster y doctorado porque “ dificultaría o, incluso, impediría la especialización de las universidades” así como el de alcanzar un número mínimo de 4.500 estudiantes en titulaciones oficiales.