El barrio de Alegia, epicentro de la súbita riada en Gabiria, Ezkio-Itsaso y Ormaiztegi
El desbordamiento del arroyo Santa Lutzi causa grandes daños en bajos de caseríos, garajes y empresas: “Quién nos iba a decir que podía pasar algo así”
Hacía “25 o 30 años” que no veían nada parecido. El arroyo Santa Lutzi ha sorprendido en la tarde de este lunes a los vecinos del barrio de Alegia, en la muga entre Gabiria, Ezkio-Itsaso y Ormaiztegi, y ha arrasado con las plantas bajas de los caseríos situados a menor cota. Una riada totalmente inesperada en una zona en la que hacía mucho tiempo que no sucedía nada parecido y en un día en el que las lluvias, aunque muy intensas, no se han alargado muchas horas.
El caserío Armaindegi, situado justo en el lado de Gabiria, se ha convertido por momentos en una isla, ya que el arroyo ha hecho un recto en la curva en la que se ubica, y no sólo se ha salido por el lado del cauce, a un lado de este enorme caserón habitado, sino que ha fluido por las campas y huertas situadas al otro lado, adentrándose en el propio caserío y anegando toda la planta baja. Más de medio metro de agua y cubos y cubos de barro fueron el resultado. “Un destrozo enorme”, reconocen sus moradores.
"Ha ocurrido muy rápido"
Enfrente, en el edificio Zubimusu, un bloque de viviendas de fachada de madera en el que “vivimos nueve familias”, el agua ha anegado los garajes, que se han llenado “hasta el techo”, ha reconocido Xabier. Han quedado completamente sumergidos “tres coches y dos motos”. Sus propietarios achicaban agua con resignación hasta bien entrada la tarde. Algunos no podían ni articular palabra.
Los vecinos de Alegia estaban “viendo cómo subía el arroyo” poco antes de las 15.00 horas, pero el desbordamiento ha ocurrido “muy rápido” y para cuando han querido darse cuenta, la gran cantidad de agua que había salido del cauce, impedía ya, por pura presión, que se pudiese abrir la puerta principal del garaje del edificio Zubimusu.
Un arroyo convertido en lago
El barrio de Alegia se ha convertido en una especie de lago. Y el agua ha entrado sin oposición a los garajes y plantas bajas de villas y caseríos que ha encontrado a su paso. Por suerte, y aunque Alegia está en la confluencia de tres municipios, es un barrio poco poblado, con apenas un centenar de habitantes. El impacto emocional, sin embargo, ha sido grande y muchos vecinos y vecinas, calzados con katiuskas, han colaborado en las labores de limpieza en auzolan, ayudando a sus vecinos con cubos, palas y rastrillos.
“Un vecino ha traído el camión para los enseres rotos por la riada y tenemos tres o cuatro tractores. Todos están echando una mano”, ha asegurado una vecina, al tiempo que varias dotaciones de bomberos de la Diputación de Gipuzkoa bombeaban agua de los garajes inundados al propio arroyo, ya en calma.
Los garajes y plantas bajas de villas y caseríos se han llenado de agua irremediablemente; también en Errota-Etxea, en el lado de Itsaso. Una zona cero en apenas un palmo de terreno.
“Ni en 15 días lloviendo”
Stephan, vecino de una villa en el barrio de Alegia, ha asegurado que en los “cuatro años que llevo viviendo aquí no he visto nada parecido. Hemos tenido situaciones que ha llovido quince días seguidos y nunca ha pasado esto. Yo no sé que está pasando, pero no es normal. Y una vecina ha comentado que en 18 años viviendo aquí nunca ha pasado nada parecido”, ha explicado. En su caso, la riada le ha pillado “un quad” en el garaje y “toda la herramienta que tenía”.
Los vecinos se ayudaron mutuamente en auzolan con el apoyo de tractores y camiones junto a los bomberos
“El arroyo se ha salido algunas veces, pero poca cosa”, reconocía otro vecino de Itsaso que, sin verse directamente afectado, estaba ayudando junto con su esposa en las tareas de limpieza. “Quién nos iba a decir hace poco que podía pasar esto”, ha asegurado. “Yo no recuerdo algo así. Desde que se hicieron las obras de encauzamiento del arroyo, no había sucedido algo así. Dicen que la última vez fue hace 25 o 30 años”.
Un río carretera abajo
El desborde del arroyo ha sido tal que el agua ha marchado carretera abajo, por la calle Zumarralde de Ormaiztegi (recta de Irizar) hasta la entrada de este municipio, anegando a su paso varias empresas como Lazti, su filial Logeten, Elarga, Seirak o Imeguisa, que han sufrido importantes daños.
No ha afectado a Irizar, al otro lado de la carretera, ya que la planta del fabricante de autobuses se sitúa a una cota ligeramente elevada, pero la riada sí ha golpeado severamente en este lado de la carretera al caserío Lizarralde, ubicado a la entrada de Ormaiztegi. “El agua alcanza hasta la rodilla”, ha asegurado a este periódico uno de los afectados mientras estaba en achicando agua y barro junto a varios familiares. La resignación era evidente.
Varios trabajadores de las empresas situadas en esta zona de Ormaiztegi, en la salida hacia Ezkio-Itsaso y Zumarraga, han visto cómo el “agua movía sus coches” y los hacía bailar. “El nuestro ha aparecido girado, en el otro sentido”, ha explicado Asier, pero al menos arrancaba, aunque al levantar el capó eran notables los restos de lodo, hierba y maleza.
La grúa ha tenido que llevarse algún turismo que no arrancaba. Otros lo hacían “con un ruido muy raro”, aseguraba otro testigo a este periódico, pero “por lo menos arranca”.
La carretera en dirección a Ormaiztegi, que circula paralela al arroyo, “era un auténtico río” por el que “el agua circulaba con mucha fuerza”, anegando todo taller o bajo a su paso, dentro del término municipal de Ormaiztegi. Y ya en la entrada al pueblo, ha afectado, aunque menos, a las villas situadas en la margen izquierda del arroyo, donde ha anegado el garaje de una de esas villas.
Ha habido más daños en otros puntos dispersos de Gabiria y Ezkio-Itsaso, ya que muchas de las inundaciones y desperfectos en garajes y talleres las provocaron las riadas que caían del monte y los corrimientos de tierra. También en el barrio Santa Lutzi de Ezkio, junto a las escuelas, el agua que caía del monte ha entrado en algún garaje.
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