Cuatro hombres acusados de estafa por la venta falsa de cachorros de perro utilizando identidades de otras personas a través de internet, en 26 operaciones distintas con afectados en diferentes partes de España, se han conformado este lunes con una condena de un año y nueve meses de prisión.
Una quinta encausada en este mismo procedimiento ha admitido medio año de cárcel por un delito imprudente de blanqueo de capital, mientras que el Ministerio Público ha retirado la acusación contra el sexto procesado en los hechos.
Inicialmente la Fiscalía de Gipuzkoa, territorio en el que se presentó la primera denuncia, solicitaba ocho años de cárcel para los seis imputados, la mayor parte originarios de Cádiz, por un delito de pertenencia a grupo criminal, otro de estafa agravada y un tercero de falsedad documental continuada.
Juicio
No obstante, momentos antes del juicio que se iba a celebrar esta mañana en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, cinco de ellos han reconocido los hechos, tras lo que el Ministerio ha retirado el delito de grupo criminal para cuatro, ha cambiado su calificación para la mujer y ha desistido de acusar al sexto.
Además de las citadas penas de prisión, los cinco acusados deberán compensar a las víctimas con el dinero estafado que en conjunto asciende a casi 16.500 euros.
No obstante, ninguno ingresará en prisión ya que la pena de cárcel les ha sido suspendida durante dos años con las condiciones de que no vuelvan a delinquir en este plazo de tiempo y de que abonen las compensaciones acordadas.
La venta
Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, los hechos sucedieron entre mayo de 2020 y febrero de 2021, período durante el que los ahora condenados pusieron a la venta 26 cachorros a través de una página de anuncios en internet en la que se identificaron con "identidades usurpadas" a otras personas.
Los inculpados, que ofertaban los animales por cantidades comprendidas entre los 150 y los 900 euros, recibían el precio acordado por cada uno de ellos por medio de distintos canales, como trasferencias bancarias o a través de teléfonos móviles "sin llegar luego a enviar los animales a sus compradores".
Se da la circunstancia de que muchas de estas transferencias fueron cobradas más tarde en diferentes entidades bancarias de la localidad gaditana de San Fernando.
En algunas ocasiones, los encausados, cinco de los cuales han asistido este lunes a la vista a través de vídeoconferencia desde Cádiz, también efectuaron cargos no autorizados a cuenta de las tarjetas bancarias de algunas de las víctimas.