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"Había dejado de fumar hace 36 años pero me vieron un tumor en el pulmón"

Marian Maté Basterretxea ha sido una de las tres vascas a las que, gracias al proyecto LUCIA, se les ha diagnosticado un cáncer de pulmón en una fase precoz

"Había dejado de fumar hace 36 años pero me vieron un tumor en el pulmón"Jose Mari Martinez Bubu

El diagnóstico fue como un mazazo. Cuando en el papel aparecieron las palabras malditas, “tumor maligno”, todo se desmoronó. La hermana de Marian Maté Basterretxea había fallecido de un cáncer de pulmón a los 69 años, y eso marcó en la familia un antes y un después. Pero ella enseguida se vino arriba.

“Recibir el diagnóstico es un golpe duro, pero yo soy una mujer bastante templada. El día se pasa mejor, pero la noche, es fastidiada. Siempre me dijeron que el tumor estaba en buen sitio, que no era demasiado grande y así que te pones en manos de los médicos y no te queda más remedio que confiar”, confiesa esta vecina de Barakaldo de 66 años.

NO SER FUMADORA NO LA LIBRÓ

Llevaba 36 años sin fumar, justo cuando se quedó embarazada de su primera hija, pero estar limpia de tabaco no hizo que se librara del cáncer de pulmón. “Me operaron el 10 de octubre. Me quitaron los ganglios y el trocito inferior del pulmón derecho. El 1 de agosto me hicieron el TAC y el día 2 me llamaron y ya empecé con las pruebas. Fue todo muy rápido”, revela.

Yo no hubiera ido nunca al médico porque no me encontraba mal ni me dolía nada. Ni siquiera tosía. En junio acompañé a mi marido a una consulta de EPOC y la neumóloga me habló de LUCIA. Enseguida quise participar, y si no llega a ser por este proyecto, no sé lo qué me hubiera pasado”, recuerda como si fuera hoy.

Estoy igual de bien que antes de operarme. Quizá toso algo más y me siento, por ejemplo, más cansada al subir unas escaleras porque la operación está todavía reciente. Excepto eso, yo me encuentro bien”, declara.

LIGERAS MOLESTIAS

Una cicatriz de once grapas en la zona derecha de su tórax le recuerda el mal trago.

“Tengo ligeras molestias, sujetador no puedo llevar todavía. Ahora tomo paracetamol y nolotil si necesito. Por lo demás, hago vida normal... no puedo coger pesos y mi nieto lo nota (bromea). Me hice a los dos meses la primera revisión, ahora me toca un TAC y tengo también consulta con la cirujana torácica”, explica, consciente que debe estar cinco años bajo seguimiento.

A pesar de sus antecedentes familiares, una hermana fallecida de cáncer de pulmón, y la pequeña también con EPOC, Maté no sabe exactamente por qué le ha tocado la china. “Es verdad que mi marido sí fumaba y mi casa, a veces, era una bola de humo. Ahora solo está con el cigarro en el lugar donde trabaja”, confiesa, hecha una mujer nueva.