Comencemos hablando de las mujeres víctimas de violencia de género, porque recientemente han inaugurado el segundo Centro Hariberria en Arrasate. ¿Qué representa esta apertura para el departamento?
En los últimos años estamos trabajando intensamente en el ámbito de la atención a mujeres víctimas de violencia machista y se están produciendo avances importantes. Muestra de ello es, por un lado, la apertura del segundo centro de atención a mujeres víctimas de violencia sexual situado en Arrasate; el primero se abrió en junio en Donostia y desde entonces se han atendido a más de 350 personas. En estos centros se atiende a víctimas, pero también al entorno familiar y personas más próximas incluyendo a quienes sospechan o saben que alguien en su entorno ha sufrido violencia sexual. Y nos hemos comprometido a abrir un tercer centro en Zaldibia, con el objetivo de acercar los recursos a todo el territorio y no concentrarnos exclusivamente en Donostialdea. Y, por otro lado, quiero subrayar la apertura de Urrats, el nuevo centro de atención a la urgencia en mujeres que sufren violencia machista, sus hijos e hijas. Mencionar, que este centro, además de contar con más plazas, se ha diseñado con el nuevo modelo de atención, trabajando con mujeres que han sido atendidas en el servicio, por lo que se han tenido en cuenta sus necesidades, por lo que es un modelo personalizado. La Diputación cuenta en la actualidad con 11 recursos, 81 plazas disponibles, para la atención de mujeres víctimas y sus hijas e hijos.
“Estamos evolucionando hacia un modelo de atención centrado en la persona, adaptando los servicios a sus necesidades y deseos”
¿El objetivo final es crear una red de centros que cubra todo Gipuzkoa?
Exacto. Buscamos el equilibrio territorial y que los servicios y recursos se desplieguen por toda Gipuzkoa. Además, no solo buscamos atender la violencia sexual y la violencia machista una vez se haya producido, sino que ponemos mucho énfasis en la prevención. En la pasada legislatura abrimos un servicio para prevenir relaciones inadecuadas entre los jóvenes, enseñándoles desde edades tempranas a identificar conductas que no se deben tolerar. Es un servicio que está muy bien valorado y está dando muy buenos resultados.
Hace poco presentaron una campaña para facilitar la acogida de 75 niños y niñas en situación de desprotección, habilitando un número de teléfono (682 55 44 33), “para que ningún niño crezca solo”. ¿Cómo está avanzando?
Desde la Diputación Foral de Gipuzkoa priorizamos el acogimiento familiar para atender a menores que se encuentran en situación de desprotección; creemos que es la mejor fórmula para que un menor crezca, y en ese sentido siempre tenemos la necesidad de conseguir familias que estén dispuestas a acoger. Para eso lanzamos diferentes campañas y realizamos diferentes acciones de sensibilización como charlas… En este momento hemos lanzado una campaña para que ningún menor crezca solo y queremos hacer un llamamiento a todas las familias, sean monomarentales, monoparentales, o de más personas, no importa el número de miembros, para que llamen y den el primer paso de informarse. En este momento tenemos a 75 menores que ya están orientados para que sean acogidas por familias voluntarias. Estamos muy satisfechos con la acogida que está teniendo la campaña, pero es cierto que siempre se necesitan nuevas familias por la apuesta que hacemos del entorno familiar como mejor lugar para criar a un menor. Y destacar, que una vez más, ante una respuesta así, Gipuzkoa está demostrando que es un territorio solidario.
“La Diputación cuenta en la actualidad con 11 recursos, 81 plazas disponibles, para la atención de mujeres víctimas y sus hijas e hijos”
El presupuesto de su departamento es uno de los más elevados de la Diputación. Eso nos indica que las necesidades actuales así lo requieren, ¿es así?
Es el presupuesto más elevado de todos los departamentos, y supone casi el 50% del total de la Diputación. Cabe destacar que este presupuesto ha aumentado en 200 millones desde que llegué hace 10 años a la Diputación, lo que refleja el crecimiento de las necesidades. Además, la inversión por habitante ha aumentado 200 euros, alcanzando los 734 euros. Gran parte de estos recursos se destinan al cuidado de personas mayores dependientes, que es el ámbito que requiere una mayor inversión debido al envejecimiento de la población. Actualmente, atendemos a más de 31.000 con diferentes necesidades, lo que representa una cifra histórica en cuanto a inversión y atención, con más de 11.000 plazas en recursos a lo largo del todo el territorio destinadas a la atención de diferentes perfiles.
“En Gipuzkoa hay 75 menores que requieren ser atendidos en un entorno familiar, 7 de ellos de carácter urgente. Estamos trabajando en sensibilizar a las familias para que se conviertan en hogares de acogida”
La población de Gipuzkoa está envejeciendo rápidamente. Los estudios señalan que en el plazo de unos 15 años un tercio de la población guipuzcoana tendrá más de 65 años. Aún queda tiempo para llegar a esos datos, pero desde ahora su departamento debe enfrentarse a nuevos retos derivados de esta situación. Zaintza Herrilab, por ejemplo, nace para dar respuesta a ese desafío implicando, además, a todos los agentes que conforman el ecosistema.
Si, indudablemente. El modelo de cuidados en Gipuzkoa está en plena transformación avanzando hacia un modelo personalizado donde se prioriza a la persona usuaria, sus deseos y necesidades, un modelo donde la comunidad, el entorno de la persona tiene un papel fundamental. Además, Zaintza Herrilab es parte de la estrategia de cuidado de las personas en el domicilio, un instrumento muy eficaz para coordinar a todas las partes que intervienen en la atención de las personas que necesitan apoyo: Osakidetza, entidades del tercer sector, los servicios sociales de base, las instituciones… Se trata de poner la persona en el centro, y coordinarnos entorno a lo que es persona necesita dando protagonismo a los servicios comunitarios. Por tanto, trabajamos entre otros, para transformar el modelo de atención, y constituirnos en el futuro como un territorio referente en las políticas sociales como lo estamos siendo hoy.
“Zaintza Herrilab es una estrategia que ya involucra a 18 municipios, con el objetivo de mejorar la atención domiciliaria y la calidad de vida de las personas atendidas”
¿Qué avances ha tenido el proyecto Zaintza Herrilab y cuántos municipios están implicados?
Ya tenemos 18 municipios participando en Zaintza Herrilab. Cada municipio trabaja en aspectos específicos, como la discapacidad o la atención a personas mayores, y los resultados están siendo positivos. El primer municipio en el que se puso en marcha la estrategia es Pasaia, es por tanto el municipio en el que más avanzado está, por lo que aquí ya se ha realizado una evaluación por parte de la UPV que ha demos demostrado que las personas que están viviendo más tiempo en su domicilio tienen una mejor calidad de vida. Esta es una vía eficaz para mejorar la atención en el domicilio, por lo que continuaremos extendiendo en el territorio, y para ello contamos en la actualidad con 2,5 millones de euros anuales destinados el despliegue de la misma.
Y supongo que en ese nuevo modelo de cuidados también habrá que reconfigurar los centros, las residencias de personas mayores tradicionales. ¿Cómo lo ven?
Sí, también estamos trabajando en el cambio de modelo en los centros residenciales de personas mayores como el resto de colectivos. Eso implica un cambio en la arquitectura de los centros. En base a ello se está trabajando en los nuevos centros de Irun, Pasaia y Elgoibar, un modelo que ya es palpable en el centro Egurtzegi de Usurbil. Son centros vinculados a la comunidad, en el centro de cada municipio; son centros con muchas similitudes a los hogares, alejados de los diseños hospitalarios, donde hay una prevalencia de habitaciones individuales con unidades convivenciales más pequeño. Esto hay que hacerlo desde el modelo arquitectónico, pero también desde el modelo de atención, donde se tiene en cuenta la participación de las personas usuarias, sus deseos, costumbres... de las personas que reciben los apoyos. Y esto, progresivamente, lo iremos adecuando en todas las plazas que tenemos en la red.
En cuanto al envejecimiento social y los retos demográficos, ¿qué papel juega la inmigración en este proceso?
Los flujos migratorios van a ser claves para construir la sociedad del futuro y hay que tener en cuenta las necesidades que van a tener, y mirarlos también en clave de oportunidad. Hay que trabajar la inclusión social, cultural y laboral de estas personas migrantes. Trabajamos en estrecha colaboración con el departamento de Promoción Económica para formar y establecer un itinerario laboral para estas personas. Con ellas y ellos vamos a construir la sociedad de futuro, que debe ser inclusiva.

¿Cuántos menores no acompañados podrían llegar a Gipuzkoa fruto del reparto del Estado?
El Estado español no está a la altura en el ámbito de la política migratoria. Hay una ausencia de directrices y políticas migratorias claras y eso está provocando que muchas comunidades autónomas miren hacia otro lado y no asuman sus responsabilidades, en este caso en lo relativo a la atención de personas menores migrantes. En ese sentido, con la modificación del Real Decreto Ley, nos señalan desde el ministerio de manera extraoficial que serán 87 los menores que podrían ser distribuidos de manera ordenada de Canarias a Euskadi. Es imprescindible que haya políticas migratorias y directrices claras, y que todas las comunidades asuman las responsabilidades que tienen en el ámbito de la atención a la desprotección infantil, ya que no son solo estos menores los que llegan de manera ordenada, sino que hay menores que llegan al territorio por otras vías que también tenemos que atender. Ahora toca desarrollar el real decreto y trabajar con responsabilidad por todas las partes para ver cómo se hace este reparto, porque hay que tener en cuenta que son menores, y que tenemos que hacerlo con la máxima de las garantías, preservando su integridad y su atención.
¿Cuáles son los aspectos más importantes a reforzar en su departamento para hacer frente al futuro de Gipuzkoa?
Debemos estar atentos a cuáles son las necesidades emergentes, y hoy destacaría la salud mental y las soledades no deseadas, tanto en personas mayores como en jóvenes. También el aumento de perfiles complejos: aquellas personas en las que se mezclan diferentes factores que las hacen más vulnerables. Tenemos que priorizar la prevención, la atención temprana y a largo plazo. Seguimos transformando el modelo de cuidados para mantener a Gipuzkoa como referente internacional en calidad de vida, aprendiendo de los logros conseguidos durante la pandemia, de la que salimos reforzados. Además, no podemos dejar de lado una cuestión clave: debemos desfeminizar el cuidado y convertirlo en una responsabilidad compartida por toda la sociedad, un compromiso comunitario.