Un hombre para el que la Fiscalía y la acusación particular pedían 12 años de cárcel por violar a su exnovia en Aduna ha sido absuelto por la Audiencia de Gipuzkoa tras las "notables contradicciones" de la víctima respecto a los hechos que, a juicio del tribunal, "afectan a la solidez" de su relato.
La sentencia del caso recalca además que "el esfuerzo probatorio desplegado" en este caso no ha sido "lo suficientemente contundente" como para acreditar "la existencia del contexto violento y la quiebra de voluntad de la víctima doblegada por la conducta del acusado".
Única prueba
La resolución judicial recalca que, la declaración de la afectada constituye la única prueba de cargo en este caso, por lo que "se le ha de exigir una especial consistencia, una persistencia fuera de toda duda y una, cuando menos, mínima corroboración que justifique el sacrificio" para el principio de la presunción de inocencia que supone considerar probada la conducta que se denuncia.
Por el contrario, añade, "un análisis en detalle de la declaración que ofrece la víctima permite afirmar que, además de que su descripción del episodio denunciado es ciertamente vaga y ambigua, incurre en numerosas contradicciones y cambio de versiones" a lo largo del proceso judicial.
Si falta "corroboración periférica" y la existente (recogida parcialmente por unas cámaras que grabaron tangencialmente parte de lo sucedido) "resulta más coherente con lo aseverado por el acusado que con lo que ha afirmado, sobre todo al principio, la víctima" es "muy complicado" atribuir a su declaración "fuerza de cargo de los hechos denunciados" en los términos que proponen las acusaciones.
Los hechos
Durante el juicio, celebrado el pasado febrero en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, la víctima relató que los hechos sucedieron la tarde del 9 de septiembre de 2020, cuando el varón, con el que previamente había mantenido una relación sentimental de unos seis meses entre 2018 y 2019, le llamó por teléfono para hablar.
Dijo que ella accedió con la intención de "zanjar el tema" porque, desde su ruptura, él no hacía más que mandarle mensajes y, aunque en alguna ocasión se habían vuelto a ver, ella no quería que le molestara más.
En ese contexto, él pasó a recogerla en el camión que conducía y la trasladó a un polígono industrial donde, como relató, se dio cuenta de que, aunque ella sólo quería hablar, "él no tenía esas intenciones". Seguidamente, el varón descendió del vehículo, abrió la puerta del copiloto, la bajó, la colocó contra el camión y, según describió la mujer, la violó a pesar de su negativa y oposición.
La defensa por el contrario mantuvo durante la vista la inocencia de su cliente, quien reconoció haber tenido sexo con la perjudicada pero insistió en que fue de forma consentida.
Ahora, la sentencia del caso insiste en que el testimonio ofrecido por la perjudicada "no es suficientemente persistente", al tiempo que los "corroborantes periféricos" de los que se dispone resultan "insuficientes o manifiestamente contrarios a su versión de los hechos".
Por este motivo, el tribunal concluye que "no se ha alcanzado la necesaria contundencia en la prueba practicada por la acusación" que conduzca "inalterablemente" a entender como desvirtuada la presunción de inocencia del imputado.