Aunque fórmulas como la compra online y a través de plataformas colaborativas como Wallapop, Vinted o incluso Airbnb siguen subiendo y son herramientas conocidas para casi una cuarta parte de la población (el 23,7% las utiliza), Gipuzkoa es el territorio vasco con mayor consumo en comercios de proximidad, que son cada vez más valorados por los ciudadanos y ciudadanas. También es el que mejor situación económica refieren sus habitantes. Sin embargo, nuestros hábitos de compra no siempre comulgan con nuestro ideario.

Así se desprende del Estudio de Hábitos de Consumo 2024 elaborado por el Observatorio de Comercio Vasco, Enfokamer, dependiente del Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco. 

El estudio constata que la confianza de las personas consumidoras se ha recuperado en los últimos años en Euskadi, pero alerta también de que se han frenado las expectativas, aspecto que puede estar relacionado con el hecho de que un 38,5% de la población vasca considere que su capacidad de ahorro se ha visto reducida. 

La percepción sobre la economía actual está en máximos, pero las expectativas a futuro son bajas

De hecho, un 23% de la población adulta asegura tener un préstamo hipotecario que amortizar aún (en la franja entre 40 y 49 años el porcentaje se eleva al 51%), y la vivienda, además, se ha convertido en la principal preocupación en toda la CAV; sobre todo en Gipuzkoa.

Una de cada dos personas consultadas no considera haber variado sus hábitos de consumo y compra en Euskadi, aunque sí lo admiten abiertamente las personas mayores de 70 años: creen que se debe a su etapa de vida, pero también al impacto el aumento de precios tiene en el colectivo de pensionistas. 

En el caso de generaciones más jóvenes, las tendencias apuntan al giro hacia un consumo más sostenible entre los menores de 30 años; búsqueda de calidad y productos saludables en la franja entre los 30 y 39 años; y un incremento de la compra online entre las personas de 40 y 49 años, curiosamente.

Un notable al comercio local

Pero sí aumenta la sensibilidad, y esto es algo transversal a todos los grupos de edad, respecto a la necesidad de proteger el comercio local, que está muy bien valorado en líneas generales. Seis de cada diez personas encuestadas le otorgan una puntuación de entre 7 y 8 puntos sobre diez a los comercios de su entorno. Y eso que cada vez “somos más exigentes”. Le damos un 7,2 de media; y apreciamos la relación calidad/precio, la atención personal, y la profesionalidad

La paradoja es que, pese a que la percepción respecto a la situación económica actual mejora y registra el mejor dato de la serie histórica (108,5 puntos en una escala de 200), la expectativa (93,5) a futuro no acaba de despegar y se mantiene lejos de parámetros como los que se registraron en 2015 (127 puntos sobre 200), 2016 (122,8) o 2021 (124,2). Aquí no existen diferencias destacables entre territorios, pero sí se ve una percepción más favorable entre las mujeres y entre la población con edades comprendidas entre los 40 y 59 años.

Ocho de cada diez personas no tuvieron que posponer ninguna compra importante en 2024

Un buen termómetro de esa buena percepción de la situación actual (se valora mejor la coyuntura macro que la economía familiar) es el hecho de que ocho de cada diez personas encuestadas (81,8%) afirma no haber tenido que posponer o renunciar a la compra de un bien duradero que requería. Sólo un 18,2% lo hizo en 2024.

El freno al consumo ha tenido mayor incidencia entre la población menor de 40 años y los bienes cuya adquisición ha sido aplazada son principalmente turismos (28,0%); vivienda (18,2%), la contratación de viajes (14,5%) o la compra de electrodomésticos (12,1%).

Al supermercado, a menudo

En ese comprar cerca de casa que cada vez valoramos más, destacan los productos de alimentación y el día a día. El 54,5% de la población valora la proximidad de los establecimientos y eso responde también a nuestros hábitos, ya que cada vez se hacen menos compras grandes para todo el mes o periodos largos (un 33% sí hace una gran compra semanal), y aumenta el porcentaje de personas (42,6%) que compra “varias veces por semana”, incluso a diario (11,2%).

No es casual que siete de cada diez personas (73,5%) aseguren que el supermercado de proximidad es su principal punto de compra, seguido de las tiendas especializadas (carnicería, panadería, frutería, etcétera), muy valoradas por el 49,5% de las personas encuestadas.

También preferimos el establecimiento local y que no esté integrado en grandes cadenas, a la hora de comprar ropa, calzado y complementos. El 48% de la población encuestada asegura que esas tiendas de calle son sus favoritas para las cosas del vestir, aunque cerca del 30% reconoce buscar estos productos en los centros comerciales y grandes superficies de la periferia. 

La brecha alavesa

Y si en Gipuzkoa es donde más se valora y se utiliza el comercio local (un 31,3% de guipuzcoanos a utilizando los bonos descuento del Gobierno Vasco frente a un 28,1% de vizcaínos y un 21,2% de alaveses), en Araba es donde menos. En este caso, la brecha es palpable entre Gasteiz y el resto del territorio. Los alaveses son con diferencia los que mayor sensibilidad y compromiso medioambiental tienen a la hora de hacer sus compras. Así lo manifiesta un 66%, frente al 57% en Gipuzkoa y Bizkaia.

Internet es justo la otra cara de la moneda. Y sí, cada vez son más los que compran online, aunque se hace con menos asiduidad Casi (48,2%) la mitad de la población vasca asegura haber comprado online en el trimestre previo y un 9,1% extra lo hizo con anterioridad. La percepción de la ciudadanía es que su consumo en este canal va creciendo año a año y sólo quedan en Euskadi un 42,7% de personas que declaran no tener experiencia en este canal de compra.

La excepción guipuzcoana

El 68% en Euskadi prefiere que le atiendan en castellano

El 68,1% de la ciudadanía consultada señala su preferencia a ser atendido en castellano en el comercio de su municipio y sólo 17,8% prefiere el euskera, mientras que al 14,1% le resulta indistinto. Gipuzkoa es la excepción en este aspecto, con una disponibilidad a hablar en euskera, ya sea preferentemente o indistintamente en ambos idiomas.

Compras online

Este tipo de consumo está especialmente naturalizado entre la población más joven. De hecho, el 79,3% de las personas entre 18 y 29 años y un 76,1%, entre los 30 y 39 años asegura comprar online con mayor o menor regularidad. El porcentaje disminuye con la edad y sólo afecta al 8,4% de la población mayor de 70 años.

Estas compras a distancia, pagadas generalmente con tarjeta (sólo un 14,6% utiliza Paypal) adquiere especial protagonismo en algunas categorías como ocio, cultura, electrónica y tecnología, especialmente en el caso de los hombres, que son más propensos a utilizar la vía online. 

En referencia al consumo colaborativo, el 23,7% suele utilizar alguna plataforma de consumo colaborativo para intercambiar bienes o servicios entre particulares. Un dato que se eleva en el caso de las generaciones más jóvenes. Así, el 41,2% de la población menor de 29 años ha vendido o comprado bienes o servicios con otros particulares. También el 46,5% de las personas entre los 30 y 39 años y el 40,2%, entre los 40 y 49 años. Las más utilizadas, por este orden, son Wallapop (17,4%), Vinted (8,2%), Airbnb (5,0%), Mil Anuncios (2,0%) y Bla Bla Car (1,4%).