Gipuzkoa registra ya 38 días cálidos por invierno, el doble que en los años 70
Naturklima alerta sobre la otoñalización del mes de diciembre, el aumento generalizado de las temperaturas y la reducción eventos de frío
El invierno desembarcó ayer en Gipuzkoa con temperaturas que oscilaron entre los 9 de mínima y los 15 grados de máxima, registros muy por encima de la media total de la última década en estas fechas navideñas (9,9 grados centígrados). Pero hace sólo cinco días en Donostia teníamos 19 grados a las ocho de la tarde y 15 en el interior del territorio, donde la sensación generalizada desde hace unos años es que en invierno “ya no hace el frío que solía hacer”. ¿Es realmente así? ¿Qué nos espera en el futuro si se cumplen los escenarios previstos de cambio climático?
Un informe recién publicado por la Fundación de Cambio Climático de Gipuzkoa, Naturklima, y el Departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral revela que las temperaturas invernales en el territorio continúan en aumento y que el cambio climático está alterando las características de los inviernos guipuzcoanos, con un mes de diciembre cada vez más otoñal, menos heladas al cabo del invierno, temperaturas mínimas no tan frías y altas máximas que llegan a superar los 20 grados.
Se disparan sobre todo las temperaturas máximas, que han subido 0,19 grados por década; las mínimas se elevan al ritmo de 0,15 grados por década
En concreto, los datos muestran que los inviernos han ganado casi un grado de temperatura media en 50 años en Gipuzkoa. Y eso no quiere decir que no se produzcan episodios de frío, pero estos se han reducido de forma drástica y cuando llegan son más suaves. Lejos quedan ya heladas récord como la que en 1956 llevó al territorio hasta los 13 grados bajo cero, incluso en la costa.
Un dato llamativo recogido por Naturklima en su detallado informe es que las temperaturas máximas en invierno en Gipuzkoa están subiendo +0,19 °C por década desde 1970; y el periodo navideño, en concreto, está calentándose a un ritmo aún mayor: +0,51 °C más por década.
A su vez, se confirma lo que los técnicos del instituto foral del cambio climático consideran “una tendencia preocupante de calentamiento”, con 38 días cálidos de media cada invierno de un total de 88 en los últimos diez años: es justo doble que en los años 70 (19). Es decir, en la última década, cuatro de cada diez días de invierno (43%) han tenido temperaturas por encima del 10% superior a las registrados entre 1991-2020.
Donostia registraba 10 días de frío intenso cada invierno en los 80 y ha bajado a seis en los últimos 10 años; en 2100 podrían ser “de una a tres”
Esta tendencia hacia el calentamiento se acentuó a partir de 1990, “año a partir del cual se observa un mayor número de inviernos cálidos”. Y en las dos últimas décadas, en concreto, exceptuando los inviernos de 2014-2015 y 2017-2018, de “carácter más frío”, el resto podrían considerarse cálidos.
Lo fue especialmente el de 2019-2020, con una temperatura media casi 2 grados por encima de la habitual. No se trata, según Naturklima, de algo puntual. El cambio observado en la temperatura media diaria durante el invierno se debe, “tanto al ascenso de la temperatura media diaria máxima (+0,19 °C por década), como a la mínima diaria (+0,15 °C por década) si tomamos como referencia de partida el año 1970.
Los días cálidos están ascendiendo a mayor ritmo (1,24 más por década), lo que acrecienta la sensación de inviernos mucho más cálidos, pero también las noches cálidas han aumentado (0,77 por década) desde 1971 en la costa guipuzcoana.
¡25,6 grados en diciembre!
También ha aumentado la temperatura máxima absoluta registrada durante los meses de invierno. De media en Gipuzkoa, la temperatura máxima registrada durante el invierno está ascendiendo en +0,45 °C por década, tasa muy superior a la de la temperatura media. La máxima registrada hasta el momento en el observatorio de Igeldo se registró el 27 de febrero de 2019, con una temperatura máxima de 25,6 °C.
En los últimos 20 años, en concreto, desde 2023, también se observa que la media de las temperaturas máximas y mínimas diarias del invierno han aumentado en todos los puntos (estaciones meteorológicas) del territorio, aunque sube mucho más la máxima diaria (+ 1,25 °C por década) que la mínima (+ 0,47 °C por década).
Seis días de frío de 88
Las olas de frío también han disminuido en frecuencia e intensidad desde los años 80. Los eventos de frío siguen ocurriendo, por supuesto, pero son cada vez menos frecuentes. Por ejemplo, en el observatorio de Igeldo en la década de 1980 se registraban de media 10 días de frío al año (con temperaturas por debajo del 10 por ciento inferior a los registrados entre 1991-2020). En cambio, durante la última década (2014-2023), de media se han registrado 6.
Por si eso fuera poco, las temperaturas del día más frío del invierno también están aumentando, a una tasa de +0,36 °C por década en Igeldo; y 0,11 °C de media en el territorio desde 1971.
Navidades no blancas
Este calentamiento inverna, acentuado en diciembre, provoca una “realidad climática que han comenzado ya a modificar el clima navideño de nuestro territorio, ya menos blanco, y “podría llegar a provocar cambios en los patrones de consumo tradicional o en las actividades que tradicionalmente realizamos durante estas fechas” navideñas, según Naturklima.
Gipuzkoa alcanzó los 13 grados bajo cero en febrero de 1956, incluso en zonas de costa; las heladas son cada vez menos y más suaves
Durante las últimas Navidades ha habido días en los que se han registrado temperaturas más propias de la primavera y se han registrado fenómenos como las noches tropicales, que en un pasado no muy lejano nos parecían inusuales en estas fechas.
En el periodo 1971-2023, la temperatura medida en las estaciones meteorológicas de Igeldo y Hondarribia en Navidades ha aumentado a una tasa de 0,51 °C por década, tasa superior a la del periodo invernal en su conjunto (+ 0,19 °C). Y ello nos ha llevado de una temperatura media de 8,69 °C en Donostia y 9,05 °C en Hondarribia en Navidades de los años 80, a una de 9,70 °C y 9,90 °C, respectivamente, entre 2011 y 2020.
Diciembre tropical en 2022
El año más cálido jamás registrado en el periodo navideño en Gipuzkoa fue 2022: en la última semana de diciembre el mercurio alcanzó cifras excepcionales en todo el territorio, entre los que destacan los 18,1 °C en Higer Hondarribia y los 21,8 °C en San Prudentzio, en Bergara, el 31 de diciembre.
Las temperaturas mínimas también registraron récords históricos en estaciones como la de Zumaia (17,1 °C el 31 de diciembre) o Zumarraga (11,5 °C el 22 de diciembre). Valores “excepcionales” que contribuyeron a que durante dicha semana de 2022 las temperaturas máximas en Gipuzkoa fueran +3,11 °C superiores a las de la misma semana de 2023, año calificado como el segundo más cálido de la historia.
Los expertos creen que el cambio climático aumentará en el futuro la probabilidad de estos eventos anómalos también en nuestro territorio.
“Los inviernos cada vez más cálidos que observamos en Gipuzkoa no son parte de un fenómeno aislado”
“Tendencia alarmante”
Las proyecciones a futuro no son halagüeñas. Si nos atenemos a un escenario de calentamiento global de 2 °C a final de siglo, la temperatura promedio en Gipuzkoa subiría entre 0,5 °C y 2,0 °C a mitad de siglo; y entre 1,0 °C y 2,3 °C a 2100. Pero con mayores incrementos de temperatura global, en torno a 4 °C, la temperatura promedio en invierno podría aumentar entre 1,4 °C y 2,8 °C a mitad de siglo y entre 2,6 °C y 4,4 °C para 2100.
Del mismo modo, se prevé que en el peor de los escenarios, en invierno y de media podríamos tener cerca de 20 días y noches cálidas en 2050 y cerca de 31 a finales de siglo. Y sólo de tres a una noche fría en el periodo 2071-2100. Cifras inquietantes.
Para el diputado de Sosteniblidad de Gipuzkoa y presidente de Naturklima, José Ignacio Asensio, “los inviernos cada vez más cálidos que observamos en Gipuzkoa no son parte de un fenómeno aislado”, sino de una “tendencia global alarmante que afecta a nuestro territorio, economía y estilo de vida”, lo que refuerza “la necesidad de adoptar medidas urgentes para mitigar los efectos del cambio climático”.
Por ello, asegura, la Estrategia guipuzcoana de lucha contra el Cambio Climático es “fundamental”: “No podemos mirar hacia otro lado; debemos redoblar esfuerzos en la transición energética, la adaptación de nuestras infraestructuras y la protección de los colectivos más vulnerables”. En juego, dice, está “un futuro más seguro para todos”.