La demolición del edificio del cuartel General Garrido, el refugio militar y escuela de montaña de Belagua desaparece del paisaje del valle y lleva camino de ser historia. En un mes escaso, ha quedado reducido a escombros desde que comenzaron las obras de derribo a primeros de octubre. Una vez echado al suelo, sobre el que se levantó en 1981, continúan las obras en una segunda fase que consistirá “en desescombrar, retirar la cimentación y los antiguos depósitos de gasoil para finalizar con el sembrado de hierba en la ladera, que devolverá la imagen natural acorde con el entorno, el terreno regenerado a su titular originario, el Ayuntamiento de Isaba.

De ello se ocupa la empresa ErriBerri, que cuenta con un periodo de seis meses para ejecutar las obras adjudicadas por el Ministerio de Defensa por valor de 495.000 euros.

“En tres o cuatro semanas hemos echado al suelo el edificio y hemos quitado el peligro. Tirarlo es lo que menos cuesta. Comenzamos limpiando por dentro y ahora estamos machacando el hormigón, separando petriales y sacando el hierro”, explica Roberto Izquierdo jefe de la obra. La fase siguiente, añadía, será la retirada de los cimientos, desgasificar los depósitos. El auto firme del Tribunal Superior de Justicia de Madrid del pasado 2023 recogía expresamente la necesidad de que “se acredite previamente que esos suelos estén descontaminados, sin residuos de los depósitos de gasóleo y fosas asépticas que han estado durante muchos años en situación de abandono y con un estado de conservación lamentable”.

Por otra parte, evacuar el escombro, sobre lo que apunta la dificultad. “Faltan camiones para desescombrar; estamos en plena campaña de asfaltado” a lo que añadía que tampoco ayuda la distancia y la orografía “Una obra lejana y en la montaña siempre cuesta más”.

 La empresa cuenta con que habrá meses que tendrán que interrumpir los trabajos por la climatología y recalca que habrá que esperar a sembrar la ladera, por lo que “todavía queda trabajo por delante”, resume Izquierdo.

Para quienes se resistieron a su construcción, constatar que ya no se asoma el cuartel a la subida del puerto y contemplar el paisaje libre de hormigón después de 40 años, es comprobar finalmente que la sentencia se ha cumplido. Alcaldes de Isaba, presidentes de Junta, roncaleses, ecologistas y amantes de la montaña que esperaron este momento, e incluso litigaron por su recuperación, hoy saben que es un hecho y que no quedará huella.

El Post-it

Algo de historia. La resistencia de autoridades locales, autonómicas, clubs de montaña y ecologistas no pudo impedir que en 1981 se levantara un refugio militar escuela de montaña en Belagua. Una decisión estratégica del Ejército obligó en 1980 a la Junta General del Valle de Roncal a ceder 10.500 metros cuadrados.

25 años más tarde, en 2005, la nueva coyuntura político-económica dejó las instalaciones sin interés militar y fue abandonado por el Ejército. Comenzó así un largo camino judicial para conseguir su reversión. La Junta solicitó a Defensa su entrega en perfecto estado de conservación. En 2010 se inició una década judicial para lograr su demolición a costa del Ministerio y recuperar los terrenos. Tras varios recursos, en 2013 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictó sentencia favorable a la Junta. Defensa no cumplió. Pasaron otros diez años, hasta que en 2023, este tribunal dictó auto firme por el que obligó al Ministerio a devolver el suelo a la Junta “en su estado natural acorde con el entorno”.