“Las jubilaciones las firmamos nosotros y te puedo decir que casi a diario estamos teniendo gente que se jubila”, asegura la diputada de Gobernanza, Irune Berasaluze. La Diputación de Gipuzkoa afronta un desafío enorme: sustituir en los próximos diez o quince años prácticamente a la mitad de su plantilla, unas 1.000 personas. De acuerdo con los datos a cierre de 2023, el 54% de la plantilla está compuesta por personas de 50 años o más; mientras que el 78% de los puestos de jefaturas están cubiertas por personas de esa misma franja etaria. “Toda esa gente no estará trabajando aquí dentro de quince años”, asegura el director de Función Pública, Josu Agirre.
Jubilación forzosa
En la actualidad, muchos de ellos hacen sus propios cálculos antes de llegar a la jubilación forzosa (65 años). Es cuestión de que les salgan los números, y comunican de un día para otro su inminente marcha, provocando tensiones en la organización, incluso en la propia gestión de las bajas. Pero además, ya con su propia salida se pierde un patrimonio de incalculable valor, años de conocimiento y saber hacer dentro de la organización.
Partekatuz es el plan diseñado para una transición ordenada en ese relevo generacional que debe darse en la próxima década en la Diputación Foral de Gipuzkoa. Responde a una “situación coyuntural”, tal y como admiten los responsables forales, y por tanto se revisará a los 10 años.
El objetivo de la Diputación de Gipuzkoa es que “cuando alguien se vaya, no haya que decir: es que eso lo llevaba no sé quién, pero se ha jubilado”, explica Irune Berasaluze a NOTICIAS DE GIPUZKOA.
Partekatuz
El plan Partekatuz fue aprobado por el Consejo de Gobierno Foral, en su reunión del 30 de julio de 2024, después de ser acordado previamente con la mayoría sindical (LAB y CCOO han validado el acuerdo del que se ha quedado fuera ELA), y se publicó en el Boletín Oficial de Gipuzkoa el 8 de agosto.
Partekatuz se activará el 1 de octubre. En el fondo es un plan de incentivos para acceder a la jubilación anticipada en la función pública, a cambio de participar en un programa de transferencia de su conocimiento y experiencia. Es decir, la última misión de esa persona trabajadora en la Diputación será transmitir todo su saber hacer al resto. Y hacerlo de forma programada y monitorizada.
Respuesta "masiva"
Los incentivos bien merecen la pena, por lo que Berasaluze y Agirre creen que la respuesta será “masiva”. Es lo que se percibe en los “comentarios de pasillo”. Se contemplan libranzas de hasta 180 días, reducciones de jornada bonificadas y permisos parcialmente retribuidos.
Los propios sindicatos representados en la Junta de Personal de la Diputación destacan entre las diferentes posibilidades, la de acogerse a un “permiso retribuido de hasta seis meses, según se aproxima la fecha de jubilación”, así como “medio año sabático al final de la vida laboral, cobrando y cotizando el 98% durante cinco años y librando los últimos seis meses”, “un permiso sin sueldo de hasta 6 meses” o “un año sabático para toda la plantilla, cobrando y cotizando el 85% en cinco años y librando el quinto año”, entre otras.
Cábalas en el simulador
Partekatuz ofrece visibilidad, ya que permite conocer con meses de antelación la fecha exacta de jubilación de todas las personas que se adhieran, y las condiciones en las que lo harán, y a cambio de qué incentivos. A partir del 1 de octubre, los y las trabajadoras tendrán a su disposición un programa informático, un simulador, del estilo del que tiene la Seguridad Social para el cálculo de la pensión y la jubilación, en el que podrán ir haciendo sus propias cábalas y fijar su fecha de jubilación en función de los incentivos que elija.
A cambio, tendrán una última misión que completar. Completar el programa Partekatuz hasta la fecha fijada para su jubilación. En sus últimos meses de actividad, deberán aparcar parte de sus tareas ordinarias y dedicarlo a las que definan sus responsables con el objetivo de compartir dentro de sus equipos de trabajo todo su conocimiento y saber hacer acumulado, así como sus sugerencias para la mejora del servicio.
“no existe el contrato relevo”
“Claro, en la empresa privada, mediante el contrato relevo, el trabajador que sale y el que le sustituye suelen tener un tiempo para compartir, pero eso en la Administración no sucede. No se puede. No existe solape”, incide Josu Agirre, el director de Función Pública. Y donde un día se sentaba Andoni, al día siguiente lo hace Ander. El nuevo y el jubilado no comparten ni un minuto juntos.
Tampoco es ese el espíritu de Partekatuz, que intenta ir más allá de la transmisión de conocimiento de tú a tú. “Partekatuz no es un mentoring. Intenta impulsar el trabajo en equipo, que ese conocimiento se comparta en el equipo”, asegura Agirre.
Jubilación compartida
Lo importante, añade Berasaluze, es que que “esa persona que se va a jubilar, comparta con el resto de personas de su equipo ese conocimiento, y que ese saber hacer se quede en la casa. Entonces, tendrá que dedicar parte del trabajo del final de su carrera a transferir el conocimiento del trabajo que realiza”.
“Hay que tener en cuenta que de algún modo la plantilla está envejecida, y que de aquí a quince años, la mitad de la plantilla actual no va a estar, y planificar ese cambio es importante”, apostilla el director de Función Pública.
“Y eso nos lleva a realizar Ofertas Públicas de Empleo una detrás de otra, sobre eso también estamos trabajando con los sindicatos”, añade la diputada: “Las últimas convocatorias aprobadas en diciembre, se sacaron con acuerdos con la representación de los trabajadores”.
La Diputación confía también en poder publicar la siguiente OPE a finales de octubre para “alrededor de 80 personas”; ahora están en plena negociación con los sindicatos, con quienes confían llegar a un acuerdo a lo largo de septiembre. Lo lógico es que las convocatorias se sucedan prácticamente año tras año hasta reponer el millar de jubilaciones que se prevén en los próximos diez o quince años.
“Hace unos días”, recalca la diputada de Gobernanza, “la asamblea de Hizfe (servicios informáticos de la Diputación) ratificó el nuevo convenio tras el preacuerdo al que habíamos llegado. En su día lo cerramos con los bomberos y todo esto da otra legitimidad, que haya acuerdo con los trabajadores”.
Adecuarse a nuevas necesidades
Irune Berasaluze asegura que Partekatuz también ayudará a adecuar y modernizar la estructura de la Diputación a las nuevas necesidades y también las “exigencias de la nueva gobernanza”, apostando por perfiles que se adapten mejor a ese escenario futuro.
Hay que tener en cuenta que las estructura organizativas de las administraciones públicas de la Diputación se diseñaron en los años 80 del siglo pasado, lo que dio pie a la entrada masiva de de personal a lo largo de los 80 y los 90.
El director de Función Pública asegura que “los diferentes departamentos tienen que pensar a qué nos vamos a dedicar de aquí a cinco años”, a la hora de definir los perfiles requeridos para relevar a la plantilla actual, y califica Partekatuz como un programa “muy ambicioso”.
Por otro lado, la diputada Berasaluze insiste en que “el conocimiento que tiene cada empleada y empleado no es simple información, es algo más. El reto, por lo tanto, es transferir algo más que datos objetivos e información”.
“Se pretende crear un espacio donde se observe el modo de trabajar, se comparta lo aprendido, se planteen dudas y, con todo ello, quedarse con lo mejor de lo aprendido y adecuarlo a nuevas maneras de trabajar”, recalca Berasaluze. La diputada foral cree que estamos ante una “oportunidad” para “modernizar” la administración pública y que este modelo es exportable a otras administraciones locales.