Un grupo de ciudadanos de Iparralde se ha puesto en marcha para exigir la reapertura de las duchas de las playas de Iparralde, cerradas desde el año 2022. Una sequía aquel verano motivó un cierre que se prolonga y contra el que más de 3.500 personas han firmado en una iniciativa digital. Una de las consecuencias es que bañistas del sur del Bidasoa, habituales en el arenal de Ondarraitz, en Hendaia, han optado por la playa de Hondarribia.

“Desde el verano de 2022, las duchas de las playas están cerradas por riesgo de sequía. Este año no hay riesgo de sequía pero las duchas de la playa siguen cerradas. Nosotros, los usuarios, residentes y viajeros, queremos que se restablezcan las duchas de playa para un uso higiénico y razonable”, justifica la petición de Change.org, donde los usuarios claman contra los riesgos de ir sin duchar a sus domicilios tras darse un baño en el mar.

La falta de agua potable para ducharse en la playa es un problema importante porque es probable que los bañistas vuelvan a casa con bacterias que pueden provocar infecciones”, asegura el médico, surfero y concejal de Biarritz, Guillaume Barucq.

El debate se ha instalado en la esfera pública de la Aglomeración. Por un lado están quienes defienden el corte pese a que Lapurdi no viva en situación de sequía como en verano de 2022. La concienciación para emplear mejor unos recursos públicos que son limitados prevalece. Instituciones públicas reconocieron en primera instancia que mismo los niveles de agua son suficientes, aunque avisaron de que el territorio podía entrar en situación de necesidad de agua en semanas posteriores.

Frente a ellos, quienes defienden la salubridad y la comodidad de salir de la playa hacia casa con la ducha tomada. Barucq explica en France3 que “un buen día de playa centenares de personas se pueden bañar en la Grand Plage de Biarritz, algo que puede provocar que en el agua haya bacterias que puedan provocar infecciones cutáneas, oculares e incluso de oído.

Más aún, el propio Barucq alerta de la expansión de la microalga tóxica Ostreopsis, además de lo aconsejable de que las duchas estuvieran operativas para hacer frente a posibles golpes de calor.

Con este horizonte, el Estado francés afronta ya las dos últimas semanas del periodo estival, ya que la rentrée escolar está fijada para el próximo 2 de septiembre, cuando todos los jóvenes en edad escolar (y sus familias) retoman el ritmo del curso.

Hondarribia, ¿beneficiada?

Ante esta realidad que arrancó con la sequía de 2022 y se ha prolongado en los dos veranos siguientes, hay otros enclaves que ven cómo sus arenales cuentan con más bañistas. Es el caso de Hondarribia, adonde han optado acudir habituales visitantes de Hendaia, Sokoa, Ziburu o Donibane Lohizune. Las playas guipuzcoanas mantienen sus servicios de ducha operativos.

Fuentes consultadas por este diario reconocen que no se trata de una gran cantidad de visitantes, ni mucho menos, pero que sí han percibido bañistas guipuzcoanos y navarros que se han decantado por la ciudad hondarribiarra, cuando antes optaban por los arenales de Iparralde, sobre todo, Hendaia, con la playa más larga de Euskal Herria (3,5 kilómetros).