Una tormenta ha sorprendido este mediodía de martes a las personas usuarias de la piscina exterior del polideportivo de Ipurua de Eibar, cuando han tenido que recoger sus cosas con rapidez y guarecerse en el interior de la instalación.

Michos habían decidido acercarse a este enclave para tratar de llevar de la mejor manera posible la tercera jornada consecutiva de calor, que en el caso de la villa armera, pronosticaba máximas de 33ºC, después de una noche tropical por encima de los 20ºC que no ha facilitado conciliar el sueño. Se trata del principal problema de estos días de acumulación de calor, más que temperaturas diurnas extremadamente altas.

Según Euskalmet, a lo largo de este martes se irán intercalando nubes medias y altas, y también nubes de evolución diurna que pueden dejar algunos chubascos aislados de carácter tormentoso, acompañados de granizo, como ha sido el caso de Eibar. El viento será del este y del sureste y por la tarde es probable que gire a nordeste en el litoral, pero sin apenas fuerza, y más tarde en el resto.

Tras una noche complicada, se espera que ya el miércoles, Día de San Ignacio, las temperaturas desciendan y el calor sea más llevadero. En la costa guipuzcoana las máximas quedarán bien por debajo de los 30ºC, aunque en el interior aún quedarán coletazos del calor que terminará de moderarse en la jornada del jueves, 1 de agosto, con la consolidación del viento de componente Norte.