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El segundo velero más grande del mundo, en Pasaia

El lujoso Sea Cloud Spirit, con capacidad para 136 pasajeros, atraca por unas horas en Gipuzkoa

El segundo velero más grande del mundo, en PasaiaRuben Plaza

El crucero de lujo Sea Cloud Spirit ha atracado este lunes en Pasaiapara sorpresa de vecinos y turistas. La embarcación, con una eslora superior a los 120 metros, estará en el muelle de Antxo durante unas horas, antes de poner rumbo hacia Bilbao, donde este martes comenzará una ruta. La lujosa embarcación, que llega de Pauillac (en el río Gironda, al norte de Burdeos), se ha convertido en una fija del verano pasaitarra, ya que en septiembre de 2022 y en agosto de 2023 ya se dejó ver en la bahía guipuzcoana.

La estampa que deja el Sea Cloud Spirit, de la misma compañía que el Sea Cloud II que vistió Pasaia antes de la pandemia, es visible desde muchos puntos de Oarsoaldea: no obstante, el mástil central de los tres que tiene, de 58 metros de altura, yergue imponente en el centro de la bahía pasaitarra, donde ha llegado poco antes de las 13:00 horas de este lunes.

En sus cinco cubiertas se encuentran 69 cabinas suite de las que casi la mitad cuenta con balcón privado. En él pueden navegar un máximo de 136 pasajeros, a los que hay que sumar casi un centenar de miembros de la tripulación.

Un restaurante de lujo, una vinoteca, una biblioteca, un bar, un salón de té, una zona de spa, una peluquería, un gimnasio, una boutique y una piscina competan los servicios de un crucero que cuenta con una completa enfermería.

Varios viajes

Este martes arrancará en Bilbao un doble crucero. El primero, Una oda a Iberia, dura seis días y cuesta 4.365 euros por persona: tras zarpar a las 23:00 horas de la capital bilbaina, donde ofrecen una visita nocturna al museo Guggenheim, el barco pondrá rumbo a Gijón, adonde llegará a las 14:00 horas del miércoles. A Coruña y Vigo son otras dos escalas intermedias hasta llegar a Oporto (Leixões) el domingo a las 14:00 horas.

Quien opte por la segunda ruta, denominada Del norte de España a las Azores, podrá llegar a estas señaladas islas portuguesas en una navegación de 12 días a cambio de 7.595 euros. Con Bilbao como puerto de partida, a los tres días en Leixões le seguirá otro tanto de trayecto surcando el Atlántico para llegar a Ponta Delgada-São Miguel el sábado al mediodía. La última ruta contempla la opción desde Oporto hasta las Azores, por 4.065 euros.

Quien quiera seguir el rastro del Sea Cloud Spirit, la web de la empresa operadora, Sea Cloud Cruises, ofrece otras rutas por las islas centroatlánticas, antes de que a finales de agosto vuelva a Lisboa vía Madeira. La Valetta (Malta, donde está la base del navío), Niza y Barcelona, con la disputa de la Copa América, serán otros de los destinos del barco hasta otoño.

Un velero nuevo

Con una eslora de 125 metros que se extiende hasta los 138 con el bauprés, puede navegar a 14 nudos (unos 26 kilómetros por hora), se trata de un velero que sus propietarios mandaron construir en 2007, aunque no fue un proceso exento de problemas. El astillero encargado de elaborar el que es segundo velero más grande del mundo, la Factoría Naval de Marín, quebró en 2010 y tras numerosas gestiones entre propietarios, astilleros y banca, una empresa de Vigo asumió la construcción.

El crucero Sea Cloud Spirit, en una imagen promocional de su operadora

La botadura, prevista para agosto de 2020, se tuvo que retrasar como consecuencia del confinamiento de la pandemia del coronavirus. La obra diseñada por el ingeniero naval gallego Íñigo Echenique surcó las aguas de la ría de Vigo en abril de 2021 tras un coste de construcción que superó los 90 millones de euros.

“Cuando Factoría Naval de Marín quebró, luego vino la crisis de 2008 y el barco estuvo empantanado mucho tiempo porque tardaron todos los afectados en recuperarse”, reconoció el propio ingeniero en 2021 al medio Vigoé, donde recordó cómo “la propia empresa, Sea Cloud Cruises, que tenían negocios de portacontenedores, a la que les afectó muchísimo”.

Un barco especial

Se trata de “un barco de vela muy grande, el segundo del mundo, y tiene singularidades como la propulsión. Es diésel-eléctrica, algo interesante por ser un barco que navegará habitualmente con las velas expuestas”, explicó entonces Echenique, que subrayó la importancia de que el velero cumpla siempre “con condiciones de tiempo en sus rutas, por lo que la combinación de vela y motor es óptima con el diésel-eléctrico. El motor eléctrico tiene mejor rendimiento en la gama de vueltas frente al diésel”.

Se trata de un barco de alto standing, lo que se busca el mayor número de comodidades. En comparación con otras embarcaciones, minimizar el ruido fue uno de los objetivos que se buscaron en su diseño: “(Con esos motores) se puede hacer un barco más silencioso, por los generadores, se aíslan mejor y pueden estar situados en una zona baja, le da estabilidad, con un centro de gravedad bajo, y quitas lastre. Si navegas a vela y no quieres gastar combustible, las hélices giran sin consumir potencia. De hecho son pequeñas, de 2,70 metros. Tiene dos hélices y un timón, algo poco común. Este es muy maniobrable, hicimos muchos ensayos de canal en Viena, tuve mucha suerte en eso y el barco está muy optimizado. Los números salieron muy bien, con consumos muy bajos. Esto también distingue al barco”.