Juan Miguel Osinalde Etxaniz es el primer y único –a falta de una carrera– corneado del encierro.

Donostiarra de 73 años, fue alcanzado por un toro negro de Jandilla justo debajo de la hornacina de San Fermin en la cuesta de Santo Domingo.

Osinalde Etxaniz tiene “lagunas del momento”, pero achaca a la mala suerte el lance. “Yo no corro, me aparto. Me gusta meterme para hacer el cántico, es cuestión de rito”, explica, desde la cama del hospital. Asegura que es raro que el toro eche derrotes hacia la derecha, pero el viernes le tocó a él, que lleva viniendo a Pamplona por Sanfermines “desde los 15 años”.

No sabe cuánto le queda en el hospital, pero quizá un tiempo. “Los médicos me dicen que ya veremos. También me dicen que he tenido mucha suerte, porque la cornada me ha pasado muy cerca del corazón y del pulmón”.