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Los constructores avisan: Gipuzkoa está a la cola de Europa

La patronal del sector insta a la administración a agilizar trámites para solucionar la escasez de casas nuevas

Los constructores avisan: Gipuzkoa está a la cola de EuropaEUROPA PRESS

El problema de la vivienda se ha situado en el centro de todas las agendas por su escasez y, en consecuencia, sus altos precios que obligan a los ciudadanos a invertir un alto porcentaje de su salario en su adquisición, y Ascongi ha incidido hoy en esta cuestión al afirmar que Gipuzkoa se encuentra a la cola de Europa en el inicio y terminación de casas. Para paliar este “acuciante problema”, la Asociación de Constructores de Gipuzkoa se ha dirigido a las instituciones para instarles a que agilicen las tramitaciones necesarias para iniciar su construcción acompañado de una revisión de la normativa que favorezca un incremento de la producción.

Asamblea anual

Ascongi ha celebrado su asamblea anual en Chillida Leku de Hernani donde ha presentado el Informe Construcción en Gipuzkoa 2023 en el que se refleja con datos la alarmante caída de generación de vivienda nueva en el territorio, mantenida desde 2013. Según sus conclusiones, si entre 2011 y 2014 existían más de 6.000 viviendas nuevas en oferta, en 2019 esta cifra se sitúa por debajo de las 1.500. Otro dato que revela la magnitud del problema se encuentra en que en 2012 había en Gipuzkoa 958 viviendas nuevas por cada 100.00 habitantes, mientras que diez años después, en 2022, este número desciende a 198.

Un obrero en una obra de construcción de nueva vivienda.

El problema adquiere mayores dimensiones si se tiene en cuenta la Encuesta sobre Necesidades y Demanda de Vivienda correspondiente a 2023 que ha elaborado el Gobierno Vasco, en la que se constata la creciente necesidad de un primer acceso a una casa al cifrar en 21.818 las personas entre 18 y 44 años que se encuentran en esta situación, el nivel más alto desde 2013. Ascongi incide en que acelerar la construcción de nuevos pisos suavizaría esta cuestión, pero lamenta que la normativa y los trámites que se han de cumplimentar para iniciar una obra de estas características ralentizan severamente el ritmo, ante lo que piden medidas administrativas. Más aún cuando, según este informe, la demanda de vivienda a un año se va a duplicar, a dos años crecerá un 19% y a cuatro años este porcentaje se sitúa en el 7,5%.

Caída generalizada

El balance que realiza Ascongi del pasado ejercicio apunta a una caída tanto de la obra civil como de la edificación “y muestra un escenario que no permite ser muy optimista sobre el futuro”. En lo que respecta a la vivienda, si bien durante 2023 se iniciaron 1.459 pisos con un incremento del 29% con respecto al año anterior, el incremento queda muy lejos de las cifras registradas entre los años 2000 y 2007, cuando se construían 4.000 al año. La situación es más preocupante en el caso de las viviendas terminadas, que han caído un 19% y se sitúan en el nivel más bajo de los últimos 30 años según advierte la patronal guipuzcoana del sector.

La escasa oferta de vivienda nueva tanto libre como protegida junto con un lógico agotamiento de las disponibles de segunda mano a falta de las primeras se unen al endurecimiento de las condiciones financieras que el año pasado situaron al euríbor en porcentajes elevados para dar como resultado una importante rebaja del 13,5% de las compraventas escrituradas. Por fortuna, el sector ha podido mantenerse gracias a la “sobresaliente actividad” registrada en la rehabilitación de viviendas. Según señala Ascongi, durante el pasado año se actuó sobre 6.500 casas en Gipuzkoa, “entre las mayores cifras de los últimos 15 años”.

Licitaciones a la baja

Por el contrario, las licitaciones no tuvieron la evolución esperada, lo que se agrava de tener en cuenta que es “uno de los elementos que ha permitido al sector garantizar su nivel de actividad en los últimos años”. La patronal guipuzcoana ha detectado una brusca caída del 28% en el pasado año, con un importe total licitado de 407 millones de euros. El descenso de este importe ha sido incluso más acusado al restar un 66% al alcanzado un año antes y ser un 37% inferior a la media de los últimos 12 años, “de forma que sería la cifra menor desde 2016, sin descontar la elevada inflación” registrada en los últimos ejercicios, lamenta Ascongi.

En consecuencia, la construcción en Gipuzkoa se sitúa como el sector económico más rezagado en alcanzar los niveles prepandemia, al tener que afrontar numerosos obstáculos entre los que la Asociación de Constructores del territorio destaca el importante aumento de costes y precios que se situaron el año pasado un 30% por encima de 2019 y tienen, por tanto, un impacto negativo en la rentabilidad del sector. A ello se le suma una preocupación latente en todos los sectores económicos guipuzcoanos como es la escasez de mano de obra.