La construcción industrializada está marcando una tendencia disruptiva en el sector de la edificación, transformando la manera en que se diseñan y construyen las viviendas. Esta metodología, que implica la fabricación de componentes en una fábrica y su posterior ensamblaje en el lugar de construcción, ofrece una serie de ventajas sobre los métodos tradicionales de construcción. Además, más que una moda pasajera, representa una oportunidad única para profesionalizar el sector y convertirlo en un campo atractivo arquitectos y otros profesionales del sector.

En términos sencillos, la construcción industrializada se basa en el principio de la producción en masa y la prefabricación. En lugar de llevar a cabo todas las etapas de construcción en el propio sitio, como ocurre en la construcción convencional, muchos de los elementos se producen en fábricas controladas y luego se transportan al lugar donde se ensamblan como si se tratase de un gran juego de construcción. Este enfoque permite una mayor precisión y control de calidad, ya que las condiciones de la fábrica son más estables y predecibles que las variables condiciones del sitio de construcción.

Beneficios: reducción de tiempo y costes

Uno de los mayores beneficios de la construcción industrializada es la reducción significativa de los tiempos de construcción. Mientras que un proyecto de construcción tradicional puede tardar años en completarse, un proyecto industrializado puede reducir ese tiempo a unos pocos meses. Este ahorro de tiempo se traduce también en una reducción de costes, ya que menos tiempo en construcción significa menos gastos generales y menos costes laborales.

Además, la construcción industrializada es más sostenible. Al fabricar componentes en una fábrica, se puede optimizar el uso de materiales, reducir el desperdicio y reciclar los residuos de manera más eficiente que en un sitio de construcción tradicional. También permite un mejor aislamiento y eficiencia energética de los edificios, lo que contribuye a reducir la huella de carbono de las viviendas.

La construcción industrializada no es solo una tendencia pasajera, sino que tiene la capacidad de transformar de manera duradera la industria de la construcción. A medida que la tecnología y las técnicas avanzan, es probable que se perciba un aumento en la adopción de estos métodos en proyectos de todos los tamaños y tipos. Desde viviendas sociales hasta rascacielos, la prefabricación y la modularidad están preparadas para convertirse en estándares de la industria.

Ventajas para profesionales y el sector

Para los profesionales del sector, la industrialización de la construcción ofrece numerosas ventajas. Los arquitectos y diseñadores pueden beneficiarse de la flexibilidad y precisión de los componentes prefabricados, permitiéndoles explorar diseños más innovadores y eficientes. Los constructores y contratistas pueden optimizar sus procesos, reduciendo el tiempo y el coste de los proyectos, y mejorando la calidad del producto final.

En términos de empleo, la construcción industrializada también puede contribuir a la creación de nuevos tipos de trabajos y habilidades. La necesidad de trabajadores cualificados en fábricas de componentes prefabricados, así como en la logística y el ensamblaje en el sitio, puede abrir nuevas oportunidades laborales y reducir la dependencia de trabajos intensivos en el sitio de construcción. Además, la naturaleza más controlada y segura del entorno de la fábrica puede mejorar las condiciones de trabajo y reducir el riesgo de accidentes laborales.

Otro aspecto a considerar es la resiliencia y durabilidad de las estructuras construidas mediante métodos industrializados. Al ser fabricados en condiciones controladas, los componentes pueden ser sometidos a pruebas rigurosas de calidad y resistencia antes de su ensamblaje final. Esto resulta en edificios más robustos y con una vida útil potencialmente más larga que los construidos de manera tradicional.

En términos de sostenibilidad, la construcción industrializada permite una planificación y control más preciso de los recursos. La reducción del desperdicio de materiales y la capacidad de reutilizar componentes no solo es beneficiosa desde un punto de vista ambiental, sino que también puede ser económicamente ventajoso. Los edificios construidos con métodos industrializados también tienden a ser más energéticamente eficientes, lo que se traduce en menores costos de operación a largo plazo y un menor impacto ambiental.

La adopción de la construcción industrializada también puede influir positivamente en el desarrollo urbano. Al permitir la construcción rápida y eficiente de viviendas de alta calidad, puede ayudar a mitigar los problemas de vivienda en áreas urbanas densamente pobladas, ofreciendo soluciones habitacionales sostenibles y accesibles. Esto es relevante en Gipuzkoa, donde la demanda de vivienda es alta y el espacio disponible para nuevas construcciones puede resultar limitado.

Algunos beneficios de la construcción industrializada

·        Eficiencia y rapidez: la estandarización de los procesos de fabricación y la modularidad de los componentes permiten acelerar los plazos de construcción, reduciendo así los tiempos de entrega de los proyectos.

·        Reducción de costes: al optimizar los procesos de fabricación y minimizar los desperdicios en el sitio de construcción, la construcción industrializada puede resultar en ahorros significativos de costes.

·        Mayor calidad: al fabricar componentes en entornos controlados, se garantiza un mayor nivel de calidad y consistencia en comparación con los métodos de construcción tradicionales.

·        Sostenibilidad: la construcción industrializada tiende a generar menos residuos y a utilizar de manera más eficiente los recursos naturales en comparación con los métodos tradicionales de construcción.

·        Seguridad laboral: al trasladar una parte significativa del trabajo fuera del sitio de construcción, se reducen los riesgos asociados con la construcción en el lugar, mejorando así la seguridad y la salud de los trabajadores.