Tanto en Navarra como en la CAV la producción de leche no es solo un trabajo, es una pasión heredada de padres a hijos.
Juanma Garro, ganadero y presidente de Lacturale, con la experiencia de toda una vida dedicada a las vacas, lo resume a la perfección: "No es solo un trabajo, es una forma de vida". Desde pequeño, rodeado de estos animales nobles, ha aprendido a valorar su importancia y a criarlos con mimo para que ofrezcan la mejor leche.
Aunque el camino no siempre es fácil, la pasión por lo que hacen les impulsa a seguir adelante. Enfrentándose a desafíos como los precios bajos o las enfermedades animales, pero la mayor recompensa es saber que sus vacas están sanas y felices, y que pueden ofrecer un producto de calidad excepcional a sus clientes.
La mayor recompensa es saber que sus vacas están sanas y felices, y que pueden ofrecer un producto de calidad excepcional a sus clientes.
Buscar la calidad como sinónimo de salud
En un mundo donde la salud es cada vez más importante, Juanma recuerda que no todos los productos lácteos son iguales. "Al supermercado no hay que ir a ahorrar dinero, hay que ir a buscar salud". Un mensaje que debería resonar en los hogares los 365 días del año, no solo en el Día Mundial de la Leche.
Porque detrás de cada vaso de leche hay una historia de esfuerzo, dedicación y amor por lo que hacen. La historia de ganaderos orgullosos de su tradición y comprometidos con ofrecer un producto de la más alta calidad: la leche, un alimento esencial para el bienestar de las personas.
Para los ganaderos es un privilegio poder alimentar a las personas con un producto básico para su salud y desarrollo como es la leche. “Nosotros estamos súper orgullosos de lo que hacemos. Disfrutamos con ello porque alimentar a la gente es nuestra pasión”, puntualiza Garro con una sonrisa, quien añade que están felices de celebrar un año más el Día Mundial de la Leche, que conmemora cada uno de junio la importancia de este súper alimento consumido desde hace más de 8.000 años.
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