Desde la creación de AAC, Centro de Acústica Aplicada, hace más de 30 años la innovación y la I+D+i ha sido una prioridad que les ha llevado a ser pioneros en metodologías y planteamientos, que se han mantenido en el tiempo generando procesos continuos de mejora en la evaluación y aumentando la precisión para poder plantear planes de acción y soluciones realistas y eficientes.
Uno de estos ejemplos es el Proyecto de Noise Tech, que ACC está desarrollando junto con la empresa vizcaina Gestionet, en el marco del Clúster de Aclima, y en el que se busca clasificar la parte subjetiva del ruido. Tal como explica su director general, Alberto Bañuelos, “existen ruidos que son molestos para todos, como puede ser el de una autopista. Pero cuando nos aproximamos a áreas tranquilas, que es hacia donde se quiere ir, nos damos cuenta de que a cada uno le molesta un tipo diferente de cosa”. Y es que la percepción del ruido, varía en función de si nosotros somos partícipes de él. “La mejor definición de ruido es aquello que hacen los demás”, bromea el experto.
Noise Tech se basa en el desarrollo técnico para evaluar emociones y hacer económicamente viable recopilar información representativa sobre la molestia por ruido. “Hemos llegado a una definición de 8 emociones, 4 más positivas y 4 más negativas para establecer una forma muy sencilla de valoración”. Se trata de un sistema novedoso ya que existen otras metodologías como el paisaje sonoro (soundscape) o encuestas pero “son poco prácticas para el estudio sonoro”, afirma Bañuelos. “Lo que estamos planteando es una plataforma en la que puedas valorar este tipo de ruidos; diferentes grados de intensidad desde la calma al estrés, para poder caracterizar esas emociones”.
“Uno de los problemas recurrentes cuando se hacen encuestas es que suele participar un sector muy reducido, que generalmente, es gente que ya tiene un problema”
Por otra lado, al contar con la colaboración de Gestionet, experto en tecnologías de la gamificación (esto es la aplicación de mecánicas de juego en contextos que no son de ocio con el objetivo de promover la educación sobre una aspecto específico) se pretende aumentar la participación y que haya opiniones más heterogéneas. “Uno de los problemas recurrentes cuando se hacen encuestas es que suele participar un sector muy reducido, que generalmente, es gente que ya tiene un problema”, explica el director general de AAC. Por lo que la aplicación de nuevas tecnologías puede animar a nuevas personas a dar su opinión y brindar así una visión mucho más global.
En definitiva, el objeto de Noise Tech es recopilar información que aporte un potencial adicional a la evaluación del ruido urbano y las acciones de sensibilización en aquellas zonas donde los aspectos subjetivos son predominantes: zonas tranquilas, parques, zonas de ocio, etc.
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