Un tropiezo en su huida mientras intentaba desprenderse de una bolsa de cocaína que se rompió y que previamente había ocultado en su ropa íntima, junto a sus genitales, acabó con la detención de un presunto traficante que ahora se enfrenta a una petición de casi 6 años de cárcel tras ser detenido en medio de una "gran nube de polvo blanco" por la Ertzaintza.

Los hechos, que serán juzgados esta semana en la Audiencia de Gipuzkoa, sucedieron sobre las 19.45 horas del 1 de julio de 2021, cuando el acusado circulaba en moto por la calle Juan XXIII de Donostia y se topó con un control de tráfico instalado por agentes de la Policía Vasca.

Según recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al ser interceptado por los agentes, el inculpado se bajó de la motocicleta, presuntamente se introdujo una bolsa junto a los genitales, propinó un empujón a uno de los ertzainas que cayó al suelo y salió corriendo.

Sin embargo, durante su huida, el varón intentó extraer la bolsa del lugar en la que la había ocultado, momento en el que el envoltorio se rompió "esparciendo una gran nube de polvo blanco" en el lugar, mientras el fugitivo caía al suelo y era interceptado por los policías que le seguían.

Patadas desde el suelo

Ya desde el suelo, el varón presuntamente lanzó "diversas patadas" a los agentes que intentaban "inmovilizarlo", quienes tuvieron que reducirlo "empleando la fuerza mínima necesaria" para lograr detenerlo.

El documento del Ministerio Público, precisa que al ser cacheado los ertzainas descubrieron que el inculpado todavía tenía "en su poder" la bolsa, que aún contenía 10,36 gramos de cocaína con una riqueza de casi el 75% y un valor de casi mil euros en el mercado ilícito.

Los policías también intervinieron al acusado una navaja y una báscula de precisión, así como 587,55 euros en metálico presuntamente procedentes de la venta de sustancias estupefacientes.

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública, de un delito de atentado contra agente de la autoridad y de un delito leve de lesiones por los que reclama penas que suman cinco años y diez meses de cárcel, multas por un importe total de 2.100 euros de 1.500 euros, y que el procesado compense con 250 euros a uno de los ertzainas que resultó lesionado