Una nueva era de conflictos y violencia a nivel mundial, con Palestina y Ucrania como referentes más inmediatos, relega a un segundo plano a otras regiones y pueblos que viven tensiones latentes, siempre a expensas de la ayuda internacional. Así ocurre con el Sáhara Occidental, que afronta una crisis humanitaria derivada de 48 años de exilio en los campamentos de Tindouf (Argelia). 

Hacia ese destino parten este sábado desde Donostia cuatro camiones de ayuda humanitaria. Lo harán tras la presentación oficial de la Caravana Solidaria del País Vasco, que tendrá lugar a las 10.00 horas en La Zurriola, un acto que contará con la asistencia de la delegación del Frente Polisario en Euskal Herria y del alcalde de Donostia, Eneko Goia

Gipuzkoa no es ajena a la “terrible injusticia” que vive el pueblo saharaui. Casi la mitad de la población se refugió en Tindouf, huyendo de los bombardeos y la represión alauí desde que el Estado español, su potencia administradora y colonial, cedió el territorio a Marruecos y a Mauritania en noviembre de 1975.

En los campamentos allí ubicados ahora viven unas 180.000 personas. Actualmente el control del Sáhara Occidental es reclamado tanto por el Reino de Marruecos como por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) -establecida por el Frente Polisario-, que es reconocida por unos ochenta países.

Ambos se disputan la soberanía, mientras que el Gobierno de España trata de que su nombre se asocie cuanto menos mejor al conflicto, pese a la “indudable ligazón histórica y jurídica”, según recalca Amnistía Internacional. 

El giro de Pedro Sánchez

Una situación en la que, además, el giro de Pedro Sánchez al posicionarse del lado de Marruecos ha roto el equilibrio que mantenía el Estado en el conflicto. “Sabemos que con la ayuda que mandamos desde Euskal Herria no les solucionamos demasiado, pero es una ayuda necesaria”, indica a este periódico Maite Berzosa Urretabizkaia, secretaria de la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Donostia. La subsistencia en los campamentos depende prácticamente en su totalidad del apoyo exterior. Pero los alimentos no siempre llegan. Ni con la regularidad ni en la cantidad deseada.

“Sabemos que con la ayuda que mandamos desde Euskal Herria no les solucionamos demasiado, pero es una ayuda necesaria”

Maite Berzosa Urretabizkaia - Secretaria de la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Donostia

Los cuatro camiones partirán hacia Tindouf una vez finalizada la presentación oficial de la Caravana Solidaria del País Vasco. Lo harán rumbo a Alicante, donde embarcarán en un ferry con destino a Orán. 

Desde ahí, responsables del Frente Polisario se ocuparán de trasladar los vehículos cargados hasta los campamentos de refugiados saharauis. Una vez allí, la Media Luna Roja saharaui es la encargada de la distribución de la ayuda humanitaria a la población.

Los cuatro camiones partirán este sábado hacia Tindouf una vez finalizada la presentación oficial de la Caravana Solidaria del País Vasco. Lo harán rumbo a Alicante, donde embarcarán en un ferry con destino a Orán

A finales de marzo de 2022, el conflicto del Sáhara Occidental volvió al primer plano de la agenda informativa tras desvelarse una carta del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al rey de Marruecos, Mohamed VI, en la que aseguraba que apoyaba una autonomía dentro de Marruecos para el Sáhara Occidental. 

Esta postura supone una ruptura de la línea política marcada durante casi medio siglo. “Estamos ante un problema político. Sabemos que la potencia administradora del Sahara sigue siendo España, que prioriza la relación con el rey de Marruecos por los intereses que tienen creados. Y lo hace a pesar de los deseos de la ciudadanía de que esto se solucione de una vez”, reconoce Berzosa. 

Catástrofe humanitaria

Las asociaciones de amigos del Sáhara en Euskadi consideran que “hay que seguir recordando” a la sociedad “la injusticia” que supone la represión a la libre determinación del pueblo saharaui. No sólo se trata de un problema político por resolver sino de una catástrofe humanitaria porque “las condiciones de vida son pésimas y no les llegan alimentos”, según denuncia la secretaria de la asociación.

Voluntarios cargando cajas con alimentos en uno de los camiones. N.G.

En diciembre arrancó en Gipuzkoa la campaña con dos objetivos claros: llevar a cabo la mayor recogida de alimentos posible, con la implicación de centros comerciales y escolares, y a su vez realizar una labor de sensibilización ciudadana. Se trata de una iniciativa organizada a nivel de la CAV, pero fundamentalmente entre Bizkaia y Gipuzkoa, territorio en el que han participado de manera directa una docena de municipios. Durante este pasado mes de febrero se ha organizado “un zafarrancho” con la implicación de un nutrido grupo de voluntarios que ha clasificado todos los alimentos.

Dos camiones han aguardado estos días, antes de emprender viaje, en un parking vigilado de Lasarte-Oria, cargados con 40 toneladas de alimentos no perecederos, como arroz, pasta, legumbres, azúcar, conservas de pescado y alimentos infantiles, así como productos de higiene femenina. Otros dos tráileres provenientes de Bizkaia se suman a la Caravana Solidaria del País Vasco, con cerca de cien toneladas de ayuda humanitaria en total. 

Hay en la iniciativa una implicación directa del tejido asociativo. Los chóferes que conducen los camiones son voluntarios, en el caso guipuzcoano, del servicio de Dbus. Al equipo se ha incorporado personal mecánico con el fin de solventar los problemas que puedan surgir durante el trayecto. Jóvenes donostiarras, expertos en graffitis, se han sumado a la iniciativa solidaria decorando los camiones. 

La organización se muestra satisfecha con la recogida de este año. “Generalmente, la ciudadanía responde muy bien, pero es necesario seguir recordando que este problema continúa, que no se puede abandonar. No estaría mal que, más allá de la recogida de alimentos, la gente tuviera en cuenta a la hora de votar quién apoya al pueblo saharaui y quién no lo hace”, subraya Berzosa Urretabizkaia.

Hasta ahora, los diferentes gobiernos de España habían apoyado el criterio de la ONU, es decir, el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Sin embargo, el actual Gobierno considera la propuesta de Marruecos como la más “seria, realista y creíble para la resolución del conflicto”. Situar a este territorio bajo soberanía marroquí va en contra de cualquier posibilidad de independencia del Sáhara Occidental.