Vivir en el campo, en la ciudad, en un apartamento, en una villa, en un adosado, en un piso, en el centro, en un barrio... Las opciones son muchas y, en la mayor parte de las ocasiones, las oportunidades de elegir las limitan las posibilidades económicas de cada cual, la oferta del mercado inmobiliario y las condiciones de los préstamos bancarios. Entre las numerosas opciones se halla la de las mini casas, una forma de vida que, de momento, todavía no ha echado raíces en Gipuzkoa ni en el conjunto de Euskadi.
El donostiarra Fernando Egaña comenzó, en los momentos más duros de la pandemia, a elaborar una guía bajo el nombre Mini casas. Vive a lo grande en un espacio pequeño.
La guía se estructura en seis secciones: ¿Qué es una mini casa?, Planificación de la construcción, Construcción de la mini casa, Diseño interior, Estilo de vida en una mini casa y Aspectos legales; apartados todos ellos divididos en distintas subsecciones para entrar al detalle.
¿Qué propone? El autor de la guía la define como una propuesta “que te llevará por un emocionante viaje hacia la libertad de la carga financiera” que conlleva la adquisición de un inmueble y que posibilita vivir “con menos” pero, a la par, con más; más libertad, más tiempo y más relación con el entorno natural y familiar.
¿Cómo ha llegado a ser realidad la guía? Por la inquietud de Egaña. Lo explica así. “A mí me ha gustado siempre el mundo de las caravanas, furgonetas camperizadas, autocaravanas...Y al final empecé a investigar con el tema de las mini casas”.
“Me di cuenta de que no había nada o casi nada escrito en castellano. En inglés sí que hay material, porque en otros países el movimiento de las mini casas tiene gran presencia”, destaca.
Pero, reconoce, ni a nivel estatal ni en Euskadi es, todavía, un movimiento que haya “arraigado”.
Durante algo más de seis meses Egaña se dedicó a investigar y recopilar información y se ha valido de la ayuda de la Inteligencia Artificial a la hora de estructurar y redactar la información recopilada. En la fase final contó con la imprescindible ayuda de una maquetadora.
Más en Europa
De momento, asegura, a nivel estatal todavía el movimiento de las mini casas se halla en proceso muy inicial. “Tiene más peso en Europa, por ejemplo en los países nórdicos. Aunque tienen climas más extremos, las adaptan, porque se puede hacer casi de todo con estas casas en miniatura”, apunta Egaña.
En Euskadi un factor que no juega a favor es la orografía, y “la carestía de los terrenos”. Pese a todo, asegura, “es posible hacerlo”.
Quien quiera construir una mini casa debe saber que no muy lejos hay empresas que trabajan con los materiales necesarios. “En España hay varias y en Euskal Herria al menos conozco dos”, añade el autor de la guía, una en Gasteiz y otra en que tiene su sede en Iruña.
El abanico que se abre a la hora de diseñar y construir una mini casa es amplio. “Se pueden encargar ya hechas, a medida, por piezas... Es cuestión de contactar con el fabricante. Las hay estándar y si te viene bien, pues resultan más económicas”.
“Una mini casa genera menos estrés, tiene menos gastos y te da mucha más libertad”
La variedad es inmensa, con ruedas, fijas, de dos pisos, tipo container, a dos aguas, etc. “Hay un montón de posibilidades”.
“Pueden ser una opción vacacional o de fin de semana pero también una opción de vida. Hay lugares donde se han creado comunidades de mini casas que pueden compartir ciertos servicios e incluso fuentes de energía”, destaca Egaña.
A su entender, ésta puede ser una opción práctica para las personas más jóvenes dada la carestía de la vivienda. “Se pueden juntar varias personas y comprar o alquilar un terreno y montar una comunidad de mini casas. Te permite vivir cerca pero separados”, añade.
“Después, hay que analizar las trabas o normativas vigentes en cada lugar”, puntualiza Egaña, que afirma que “no es muy sencillo lograr los permisos necesarios”. “Todo depende de cómo es la casa”, abunda.
Señala Egaña que, aunque es posible, la opción de contar con una mini casa sobre ruedas no es la más solicitada, dado que para moverla se necesita un vehículo de determinadas características, disponer de una plataforma, etc. “Se mueve, sí, pero normalmente en estos casos las estancias no son cortas”, afirma.
Mayor libertad
Una mini casa, destaca, da libertad “a muchos niveles”, como el económico. “La vida es mucho más simple, reduce el consumismo, no se compra por comprar porque no permite la acumulación... Cuando tienes una mini casa hay que seleccionar mucho y asegurarte de que lo que compras tiene un encaje. Eso genera menos estrés y propicia más tranquilidad, más tiempo para las cosas importantes. Tienes menos gastos, menos arreglos que hacer. En mi opinión, hay más ventajas que desventajas”, asegura.
Su reducido tamaño puede ser, a la vez, ventaja y desventaja. “Hay menos espacio y menos intimidad, se complica la convivencia cuando es una familia... Pero existen muchas más opciones de las que nos creemos para repartir el espacio y lo que para alguien es una desventaja, para otra persona es una ventaja”, apunta.
En la guía se incluyen y valoran muchas opciones, desde las que existen en materia de diseño a las que hay en materiales (contra climas extremos, secos, más o menos caros...), las distintas posibilidades que ofrecen, las formas de personalizarla, la inclusión de la tecnología y un largo etcétera.
Quien quiera hacerse con esta guía la puede adquirir en Amazon al precio de 20,5 euros.
Después, solo queda que cada cual se monte su casa de pequeño formato como quiera y a su gusto. Lo pequeño puede ser grande.