Un total de 1.645 personas mayores con dependencia utilizan actualmente en Euskadi el programa de medicación a domicilio diseñado para evitar errores y aumentar la adherencia al tratamiento de este colectivo.

Esta cifra la ha ofrecido este lunes la consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui, que ha participado en la presentación de la ampliación de este programa en Álava, junto con el diputado de Políticas Sociales, Gorka Urtaran, y la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de este territorio, Milagros López de Ocáriz.

A lo largo del año pasado en el conjunto de la CAV se prepararon un total de 67.021 blísteres con la medicación semanal para este tipo de pacientes.

Del total de personas atendidas, el 93 % son pacientes polimedicados que toman una media de diez pastillas al día, el 42 % vive solo en su casa con ayuda domiciliaria y, por la mayor longevidad femenina, el 65 % son mujeres.

La edad de las personas atendidas oscila entre los 60 y los 94 años, pero la inmensa mayoría son octogenarios.

El fin de este programa es que los pacientes hagan un uso adecuado del la medicación, logrando la adherencia al tratamiento y garantizando la seguridad de los pacientes.

La intervención de las farmacias es parte fundamental para mejorar esta adherencia terapéutica y prevenir olvidos y duplicidades.

La farmacia que elige la persona gestiona la medicación, prepara semanalmente los blísteres desechables y se los entrega a cada paciente, persona cuidadora o familiar, quienes devuelven los de la semana anterior para que en la farmacia se pueda comprobar cómo han ido las tomas.

El programa va a experimentar una serie de mejoras en Álava al ampliar los colectivos de las personas beneficiarias.

Hasta el año pasado podían ser usuarias del mismo las personas atendidas por el Servicio de Ayuda a Domicilio, a excepción de Gasteiz que cuenta con su propio convenio de colaboración entre el Gobierno Vasco, la Diputación de Álava y el Colegio de Farmacéuticos.

Se han incorporado al programa las personas que perciben la Prestación Económica para Cuidados en el Entorno Familiar, una ayuda del Instituto Foral de Bienestar Social que contribuye a hacer frente a los gastos que se derivan de la atención prestada a una persona con reconocimiento de dependencia por parte de un familiar.

Además se han añadido como posibles beneficiarias las personas con discapacidad intelectual, con problemas de salud mental o en situación de exclusión social que residen en pisos y viviendas donde no se presta atención sanitaria de manera habitual.

Sagardui ha explicado que el envejecimiento de la población es uno de los desafíos más importantes a los que tiene que hacer frente la sociedad, en la que ya algo más del 23 % tiene 65 o más años y un 6,5 % más de 80.

Ha recordado que uno de los objetivos es retrasar la aparición de enfermedades y atenderlas de la mejor manera posible cuando ya han aparecido, y en este aspecto es "fundamental" la adherencia al tratamiento especialmente en el caso de los pacientes crónicos.

El diputado de Políticas Sociales de Álava ha apostado por priorizar los cuidados a domicilio que permitan a las personas mayores vivir más tiempo en su domicilio, evitando o retrasando lo máximo posible su ingreso en residencias.

La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Araba ha señalado que hay estudios que señalan que la mitad de la población no sigue adecuadamente los tratamientos farmacológicos y que uno de cada cuatro personas ha sufrido algún incidente evitable por el mal uso de la medicación.