Las aguas residuales del barrio de Aginaga en Usurbil dejarán de verterse al río Oria, con la nueva red de saneamiento puesta en marcha por la Agencia Vasca del Agua Ura cuyos trabajos han requerido 27 meses de ejecución y una inversión de 6 millones de euros.

La nueva red se conectará al interceptor general Usurbil-Lasarte-Oria-Hernani y desde ahí a la depuradora de Loiola en Donostia para su tratamiento y posterior vertido al mar a través del emisario submarino de Monpas, ha explicado Ura en un comunicado.

La financiación de los trabajos ha corrido a cargo de URA en un 60% y de Aguas del Añarbe en un 40%.

La nueva red alcanza los barrios de Aginaga y Txokoalde de Usurbil, dos zonas distantes aproximadamente un kilómetro entre sí.

Las obras para recoger los vertidos de ambos núcleos que hasta entonces llegaban directamente al río Oria han consistido en la construcción de 6.600 metros de colectores principales, así como de los ramales secundarios que permiten recoger las aguas de viviendas dispersas en la zona.

Autoridades en las nuevas instalaciones en Aginaga (Usurbil) que evitarán verter aguas residuales al río Oria URA

Estos colectores se han construido de forma que se puedan separar las aguas pluviales, que continuarán vertiéndose al Oria, de las aguas residuales, antes de derivarlas al interceptor.

Asimismo, las obras han incluido la construcción de dos nuevas estaciones de bombeo de aguas residuales independientes para cada barrio y de características arquitectónicas similares.

El mantenimiento y explotación de la nueva infraestructura de saneamiento se ha concertado entre el Ayuntamiento de Usurbil y Aguas del Añarbe mediante un convenio por el que Añarbe se hace cargo de las nuevas estaciones de bombeo y de los colectores principales, mientras que el consistorio asumirá la gestión de las redes secundarias.