La basura marina del Golfo de Bizkaia se podrá retirar con mayor facilidad una vez que finalice el proyecto científico Ullysses, una iniciativa que permitirá conocer la deriva de los plásticos que viajan por los ríos y el mar, gracias a los datos obtenidos. Con ellos se crearán mapas de acumulación de basuras.

Un millar de dispositivos de distintas clases serán desplegados en los ríos Deba, Nervión y Zadorra, así como a las aguas de la costa vasca, para llevar a cabo el proyecto. Los aparatos, desde una embarcación pequeña tipo dron con grandes sensores, a otras dotadas de GPS, barquitos de madera marcados, bolas flotantes con geolocalización y cámaras, ofrecerán una gran cantidad de datos, gracias a los cuales los satélites podrán detectar las mayores acumulaciones de basura.

La iniciativa científica ha sido presentada este miércoles en el Aquarium de Donostia por el director de la Fundación Data for Science, Jorge Ballester; el director de AZTI, Rogelio Pozo; la investigadora en sostenibilidad marina de la misma fundación Oihana Basurko; la consejera de Medio Ambiente, Arantxa Tapia; y el presidente de la Sociedad Oceanográfica, José Ignacio Espel.

Ballester recalcó que la iniciativa, que durará tres años, es un "proyecto radical porque va a la raíz" y no trata solo de recoger los plásticos, que también, sino de analizar por dónde llegan, cómo se trasladan y en qué lugares se amontonan. Los trabajos comienzan ahora, con la puesta a punto de las pequeñas embarcaciones con GPS, de unos 30 centímetros, que se lanzarán al agua, y otras intervenciones previas, pero la recogida de datos con el millar de dispositivos en acción comenzará el año próximo.

La videometría, compuesta por una cámara y un algoritmo especializado en la detección de objetos flotantes, permitirá monitorear en tiempo casi real las basuras que circulan por una sección de un río en dirección al mar, explicó.

Basura plástica recogida en el Golfo de Bizkaia N.G.

Por su parte, el máximo representante de AZTI destacó que el Golfo de Bizkaia es "un área especialmente sensible respecto a la basura marina, que procede mayoritariamente de los ríos y es una aportación local". El experto destacó que no solo los que residen en la costa contaminan el mar con la basura plástica, ya que esta llega por los ríos y puede hacerlo desde cualquier punto del interior.

Por su parte, la consejera Arantza Tapia subrayó que su departamento apoya la iniciativa con "la meta de mejorar la salud del litoral vasco y promover la comprensión y concienciación sobre la importancia de preservar nuestros ecosistemas marinos". Asimismo, añadió que la colaboración entre el sector público y privado es "clave" para impulsar la investigación y el desarrollo de tecnologías sostenibles, así como la promoción de políticas efectivas.

El objetivo final del proyecto Ullyses, dijeron los distintos implicados, persigue proporcionar directrices y herramientas inteligentes para favorecer la optimización de las operaciones de recogida de basura flotante y convertirse en "un movimiento" para entenderse a otros países y continentes.

El proyecto Ullysses lleva un año de trabajo y, una vez establecido el enfoque científico, se presentó a la Dirección de Patrimonio Natural y Cambio Climático del Gobierno vasco a mediados de 2021 y se enriqueció con acciones de divulgación, "con la premisa de que fuera un proyecto abierto a la participación de toda la sociedad vasca, incluyendo sus instituciones, empresas y ciudadanos", dijo Tapia.