Vecinos y autoridades arroparon ayer en la localidad pontevedresa de Marín a las familias de los fallecidos en el hundimiento del pesquero Villa de Pitanxo, durante el homenaje organizado por sus allegados con motivo del segundo aniversario del naufragio.

Su portavoz, María José de Pazo, hizo un balance a estos “dos años de sufrimiento y calvario” a la espera de tener “una sentencia firme, en busca de la verdad”, que les llevará a la “justicia”. “Ese día por fin podrán descansar en paz los 21”, señaló.

El encuentro se celebró en torno a la placa que se instaló hace un año por estas fechas en el Paseo Alcalde Blanco, junto al puerto, y que contiene los nombres de las víctimas, de las cuales 12 no pudieron ser rescatadas. Contó con la presencia de numerosos representantes políticos –entre cargos del Gobierno Central, la Xunta, la Diputación de Pontevedra, los ayuntamientos de procedencia de los fallecidos e incluso a nivel europeo– y de los candidatos a la presidencia de la Xunta del PP, del BNG y del PSdeG.

Al tratarse de la jornada de reflexión previa a las elecciones autonómicas, María José de Pazo aclaró al comienzo del acto que el “único objetivo” de este homenaje fue “por y para los 21 fallecidos” y, por extensión, a la “familia del mar”. “Muchos habéis tenido compromiso, que no sea solo hoy”, pidió la portavoz de las familias dirigiéndose a las autoridades.

“Los que no lo tuvieron están a tiempo de tenerlo”, solicitó, argumentando que “esta va a ser una lucha larga en la búsqueda de justicia y el esclarecimiento de las causas” del accidente. María José de Pazo ha apelado al “corazón” de los representantes políticos para reclamarles “un compromiso que trascienda” de cara al futuro.

A pesar de la “pena” por este “triste” aniversario, la portavoz de las familias destacó que lo que les ha aportado “un poco de consuelo” en este tiempo ha sido conseguir que se llevase a cabo la misión para bajar al pecio, en aguas de Terranova.