Los ciudadanos del Estado muestran una clara preferencia por los centros sanitarios públicos para los cuatro niveles asistenciales: Atención Primaria (70%), atención especializada (57,2%), hospitalización (75,8%) y urgencias (72,5%), aunque, desde 2015, se ha producido un aumento de la población que dispone de un seguro privado, que supone un 31% en 2023, según muestra el Barómetro Sanitario de 2023 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El 70% de las personas entrevistadas afirman que si tuvieran que utilizar las consultas de Atención Primaria acudirían a un centro público frente al 27,1% que iría a un centro privado. La diferencia es aún mayor tanto en los ingresos hospitalarios, donde el 75,8% de las personas entrevistadas acudirían a un hospital público frente al 20,3% que irían a uno privado, como en las urgencias (72,5% público frente a 24,5% privado).

La diferencia más pequeña se encuentra en las consultas al especialista, donde hasta un 39,5% de personas entrevistadas acudirían a un centro privado frente a un 57,2% que irían a uno público.

Centros públicos sobre todo para urgencias hospitalizaciones

Además, la diferencia entre las personas que prefieren un centro público a uno privado ha ido aumentando en el caso de los ingresos hospitalarios y las urgencias alcanzando en 2023 la mayor distancia entre ambas opciones 55,5 puntos y 48 puntos porcentuales respectivamente. Esta diferencia en el caso de la Atención Primaria y la atención especializada se mantiene más o menos constante en el periodo estudiado (algo superior a 40 puntos y a 20 respectivamente).

En general, el 47,8% de las personas entrevistadas refiere haber consultado un especialista del segundo nivel asistencial de la sanidad pública en los últimos 12 meses, si bien el 10,3% ha consultado igualmente a un especialista de la sanidad privada y el 17,8% ha visitado a un especialista de la sanidad privada exclusivamente.

En este contexto, el 98,3% de las personas entrevistadas declaran estar cubiertas por la sanidad pública. Este porcentaje incluye al 2,3% de personas pertenecientes a las mutualidades del estado que tienen como proveedor de servicios al SNS y al 3,6% de los mismos que manifiestas tener un proveedor privado.

Asimismo, un 21,5% refieren disponer de un seguro médico privado contratado de manera individual y un 9,4% contratado por su empresa. Desde 2015 se ha producido un aumento de la población que declara disponer de un seguro privado, con un crecimiento de 7,8 puntos porcentuales y 5,9 puntos porcentuales respectivamente en las dos modalidades citadas. Únicamente un 0,3% declara no disponer de ningún tipo de seguro médico.

El 75,5% de las personas que declaran disponer de un seguro privado contratado individualmente manifiestan como principal razón para contratar ese seguro la "rapidez con que le atienden".   

La coordinación puede mejorar

Por otro lado, el Barómetro Sanitario explora la opinión de la población general sobre la comunicación y coordinación entre la Atención Primaria, los centros de especialidades y los hospitales. En este aspecto, el 40,5% concede una valoración positiva de esta coordinación y cree que es buena o muy buena, recuperándose ligeramente respecto a 2022 (39,4%). El 24,% opina que es mala o muy mala y el 29,4%, que es regular.

Este es otro indicador que empeoró sensiblemente en 2022 respecto a la situación pre-pandémica, cuando se situaban en cerca del 50% quienes pensaban que la coordinación entre niveles era buena o muy buena.